Terapia en línea: ¿Es adecuada para usted?

¿Qué es la terapia en línea?

La terapia en línea es una forma de ofrecer orientación profesional de salud mental a través de Internet, normalmente por videoconferencia en vivo, una aplicación de mensajes, correo electrónico o teléfono. También se conoce como teleterapia, telesalud mental, terapia electrónica u orientación en línea; esta práctica ha crecido rápidamente en popularidad desde el inicio de la pandemia de COVID-19, al permitir a un paciente conectarse con un terapeuta calificado desde la seguridad, y comodidad, de su propia casa.

La tradicional terapia presencial generalmente se realiza en el consultorio del terapeuta y se utiliza desde hace mucho tiempo como un tratamiento eficaz de diversos problemas de salud mental y emocional. Hablar con un especialista puede ayudarle a superar obstáculos en su vida, tomar consciencia del origen de sus problemas, controlar los síntomas y recuperarse. Por ejemplo, los estudios han demostrado que la terapia cognitivo-conductual (TCC o CBT, por sus siglas en inglés) puede ser tan eficaz como los antidepresivos en el tratamiento de la depresión moderada a grave, pero sin el riesgo de efectos secundarios dañinos o desagradables.

Sin embargo, no es necesario que esté enfrentando un problema de salud mental diagnosticado como la depresión o ansiedad para beneficiarse de la terapia. Si está pasando por un momento difícil en su vida, como por un duelo, divorcio o desempleo, la terapia puede ayudarle. Incluso si está enfrentando preocupaciones cotidianas como un estrés abrumador, baja autoestima o problemas para dormir, el terapeuta adecuado puede proporcionarle apoyo y orientación especializados y ayudarle a hacer cambios positivos.

¿Es eficaz la terapia en línea?

Aunque la terapia en línea es una forma de terapia mucho más reciente, la evidencia actual sugiere que para muchas personas puede ser tan efectiva como la terapia presencial. Hablar desde la seguridad de su propio hogar puede incluso facilitarle que se abra sobre sus problemas. Además, la terapia en línea le permite comunicarse con un especialista calificado desde cualquier parte del mundo, y evitar los gastos, el tiempo de transporte y los inconvenientes de tener que reunirse en persona.

Por supuesto, la terapia en línea también puede tener algunos inconvenientes importantes. Si bien para algunos puede ser más cómodo comunicarse a través de mensajes de texto o una aplicación de mensajes, sobre todo para los más jóvenes que crecieron con la tecnología, la falta de interacción cara a cara impide al terapeuta evaluar el lenguaje corporal y el tono de voz que son tan importantes. Además, puede dificultar crear confianza y una relación de apoyo entre el terapeuta y el paciente, que es fundamental para el éxito de la terapia. Esto solo puede conseguirse realmente con terapia presencial o mediante videoconferencia en vivo.

Finalmente, la eficacia de la terapia en línea a menudo depende de los mismos factores que determinan el éxito de cualquier tipo de terapia: el nivel de conexión que establezca con su terapeuta, cuánto es capaz de abrirse y el trabajo que esté dispuesto a dedicar al proceso. Además de asistir a las sesiones, necesita aplicar lo que aprende a situaciones de la vida real y hacer cambios saludables en su estilo de vida que puedan apoyar su estado de ánimo y salud emocional. Si bien ningún terapeuta, en línea o en persona, puede hacer el trabajo duro de sanar y crecer por usted, un buen terapeuta puede utilizar la tecnología disponible para ayudarle a obtener perspectivas nuevas y cambiar su vida para bien.

Terapia en línea vs. a terapia presencial

La terapia en línea puede presentarse de diferentes formas, y los beneficios e inconvenientes en comparación con la terapia presencial pueden variar en cada caso. Algunos terapeutas ofrecen terapia en línea a través de sus propios medios privados, mientras que otros utilizan sitios web o directorios de terceros para conectarse con los pacientes. Algunos de estos servicios limitan el contacto entre el terapeuta y el paciente a mensajes o mensajes de texto en vivo, mientras que otros también incluyen llamadas telefónicas o videoconferencias en vivo semanales. Estos últimos son los que ofrecen la experiencia más parecida a la tradicional terapia presencial y, por tanto, los que más probabilidades tienen de ofrecer los mismos beneficios.

Aunque la posibilidad de hacer llamadas o enviar correos electrónicos o mensajes al terapeuta entre las sesiones en vivo puede ser extremadamente útil, los expertos coinciden en que es más eficaz cuando se utiliza en conjunto con la interacción cara a cara, ya sea en persona o por video, y no como sustituto.

Por qué la terapia requiere de interacción cara a cara

El lenguaje corporal y otras señales no verbales desempeñan un papel importante en nuestra forma de comunicarnos como seres humanos. Sus expresiones faciales, gestos, postura y tono de voz pueden comunicar mucho más que las palabras solas. En un entorno terapéutico, las sutilezas de la comunicación no verbal pueden ser esenciales para ayudar al terapeuta a detectar cualquier contradicción entre sus respuestas verbales y no verbales. También puede ayudarle a reconocer las cosas que usted no quiere o no puede expresar con palabras y a comprender el verdadero significado de lo que dice.

[Lea: Comunicación no verbal y lenguaje corporal]

Asimismo, interactuar cara a cara con un terapeuta, incluso a través de una pantalla de video, puede ayudar a forjar una conexión entre ustedes que es tan importante para el éxito de la terapia. Es mucho más fácil desarrollar un sentimiento de confianza con alguien cuando puede ver las emociones y la empatía que comunica de forma no verbal, en lugar de solo leer sus mensajes escritos o escuchar una voz sin rostro.

Además de la importancia de la interacción cara a cara, hay otros aspectos que deben considerarse al comparar la terapia en línea con la presencial.

Los beneficios de la terapia en línea incluyen:

Facilidad. La terapia en línea significa que puede acceder a ayuda desde cualquier lugar donde tenga una conexión a Internet rápida. No necesita dedicar tiempo y dinero para desplazarse a las citas, luchar contra el tráfico o lidiar con el transporte público, estacionarse, sentarse en una sala de espera, pagar cuidado infantil o pedir tiempo libre en el trabajo. Muchos de los obstáculos que impiden a la gente buscar una terapia presencial se eliminan gracias a la facilidad de la terapia en línea.

Comodidad y seguridad. Acudir a un terapeuta en línea desde la comodidad y seguridad de su propio hogar a menudo puede ayudarle a abrirse, ser más vulnerable y afrontar mejor las emociones difíciles que puedan surgir durante una sesión de terapia. Si tiene problemas de movilidad, una enfermedad crónica o una afección que puede dificultarle salir de su casa, como la agorafobia o el trastorno de ansiedad social, la terapia en línea puede ser la solución ideal.

Selección. En línea puede acceder a un terapeuta calificado aunque usted viva en una zona remota. Independientemente de dónde viva, una mayor variedad de especialistas en línea también significa que tiene más probabilidades de encontrar un terapeuta con experiencia en el tratamiento de su problema específico. (Aunque en teoría usted tiene acceso a terapeutas de todo el mundo, en algunas zonas está limitado a proveedores certificados del estado o país donde vive). Otro beneficio importante de la terapia en línea es que ofrece más opciones: generalmente es más fácil cambiar de terapeuta hasta encontrar el adecuado para usted.

Facilidad de comunicación. Cuando solo se reúne con un terapeuta una hora a la semana, a veces es difícil recordar todo lo que ha pasado durante la semana anterior. Poder enviar un correo electrónico o mensaje al terapeuta entre las sesiones en vivo le permite expresar sus emociones y problemas en tiempo real a medida que surgen. El aspecto de los mensajes de algunos servicios de terapia en línea también puede ser útil para dar seguimiento a su evolución y controlar cualquier contratiempo.

Privacidad. Muchas personas todavía sienten el estigma de recibir tratamiento por problemas de salud mental. Es más fácil recibir tratamiento en línea de forma anónima que visitar a un terapeuta en persona. Al conectarse en línea, nunca existe el miedo de encontrarse con alguien conocido en el estacionamiento o la sala de espera del terapeuta, por ejemplo.

Los inconvenientes de la terapia en línea incluyen:

Problemas técnicos. En la terapia en línea, usted depende de la velocidad de su conexión a Internet y de la confiabilidad de sus dispositivos electrónicos. Si no puede ver películas en línea, es poco probable que pueda mantener una video conferencia con un terapeuta sin interrupciones. Claro, incluso las mejores conexiones y equipos pueden tener problemas a veces, e interrumpir o limitar su sesión de la terapia.

Pérdida de conexión emocional. Por muy eficaces que puedan ser las video conferencias, cuando no comparte físicamente el mismo espacio que el terapeuta, puede ser más difícil conectar emocionalmente. Incluso cuando se habla por video, algunas señales del lenguaje corporal pueden perderse. Por ejemplo, es posible que el terapeuta no vea el golpeteo de su pierna bajo la mesa o que le resulte más difícil captar la empatía y la amabilidad del terapeuta.

Proveedores no calificados. Al igual que ocurre con cualquier servicio que busca en línea, siempre existe el riesgo de caer en manos de un proveedor no calificado o de dudosa reputación. Es importante siempre comprobar las credenciales del terapeuta o utilizar un servicio de terceros de buena reputación que examine a todos los consejeros de su lista.

La terapia en línea no es adecuada para todas las personas

Todavía hay algunas situaciones en las que la terapia presencial es preferible a la terapia en línea. Si padece una enfermedad mental grave, como esquizofrenia, tiene tendencias suicidas o se enfrenta a otra situación de crisis, un terapeuta podrá ayudarle mejor si trabaja de forma presencial que a distancia.

Cómo obtener el mayor beneficio de la terapia en línea

La clave de cualquier tipo de terapia, en línea o presencial, es encontrar al terapeuta adecuado para usted. Su formación, experiencia y filosofía pueden ser importantes, pero es la relación que desarrolle con el terapeuta lo que suele definir el éxito de su terapia.

Encontrar al terapeuta en línea adecuado puede llevar tiempo y esfuerzo, así que no tenga miedo de hacer preguntas, leer opiniones y aprovechar las sesiones introductorias gratuitas. Un terapeuta en línea se convertirá en su compañero de sanación, recuperación y crecimiento, así que es importante que elija a alguien que le haga sentir comprendido, apoyado y que le importa. Necesita confiar en esta persona lo suficiente para hablar cómodamente sobre temas íntimos y a menudo difíciles, y para ser sincero sobre lo que piensa y siente.

Otros consejos para obtener el mayor beneficio de la terapia en línea

Compare a los consejeros en línea, las plataformas y los servicios que ofrecen. Pero dé preferencia a los terapeutas que ofrecen sesiones por video en vivo semanales en las que puede conectarse cara a cara en tiempo real. Los servicios de mensajes de texto y mensajes pueden ser útiles si ya ve a un terapeuta presencial y solo busca apoyo adicional, ya que es poco probable que esos servicios sean una forma eficaz de crear el vínculo necesario con un terapeuta.

[Lea: Cómo encontrar un terapeuta que le ayude a sanar]

Investigue primero, pero esté abierto al cambio. A veces puede resultar abrumador examinar una larga lista de proveedores disponibles en línea. Conocer un poco sobre los distintos tipos de terapia y terapeutas puede facilitar la elección. Pero una vez que elija a un terapeuta, esté abierto a hacer cambios si le parece que algo no está bien. Confíe en su intuición. Una ventaja de elegir un consejero en línea de un servicio de terceros es que es más fácil cambiar de terapeuta hasta que encuentre uno que sea adecuado para usted.

Comprenda lo que quiere conseguir con la terapia. Cuanto más claros sean sus objetivos al iniciar la terapia en línea, más fácil será medir su evolución y asegurarse de que está obteniendo el mayor beneficio del proceso. Por ejemplo, es posible que busque ayuda para tratar un problema de salud mental específico o para afrontar un aspecto particular en su vida que no funciona. Sean cuales sean sus motivos, asegúrese de comunicárselos al terapeuta y de que se aborden durante el tiempo que pasen juntos.

Sea abierto y sincero con su terapeuta. Es común que durante la terapia surjan emociones perturbadoras o dolorosas. Ábrase y comparta sus sentimientos con su terapeuta. Si algo es demasiado difícil para hablarlo, hágaselo saber. Cuanto más abierto y sincero sea, mejor podrá ayudarle el terapeuta.

Prepárese para trabajar. La terapia en línea requiere más que solo conectarse para hablar una vez a la semana. El consejero puede darle tarea para hacer entre las sesiones o pedirle que ponga a prueba técnicas en situaciones de la vida real. Para obtener el mayor beneficio de la experiencia, prepárese para dedicarle tiempo y esfuerzo. Y si se salta con frecuencia las sesiones de terapia, pregúntese por qué y coméntelo con su terapeuta.

Limite las distracciones en casa. Hablar con un especialista desde la comodidad de su casa es muy práctico, pero no sacará tanto provecho de la terapia si sus sesiones son interrumpidas por niños, otros miembros de la familia, vecinos ruidosos, llamadas telefónicas u otras interrupciones. Elija una hora para la terapia en la que su casa esté más tranquila, pida a los demás miembros de la familia que no le molesten, apague su teléfono y silencie cualquier otra aplicación.

Asegúrese de tener una conexión a Internet rápida y confiable. Su experiencia terapéutica se verá afectada si sus sesiones se interrumpen con frecuencia por problemas de conexión o de la computadora. Solucione cualquier problema técnico que surja, ya sea mejorando la velocidad de Internet o actualizando el software o la aplicación que utiliza.

Búsqueda y pago de la terapia y la orientación en línea

Aunque con frecuencia la terapia en línea es más barata que la presencial, el costo puede variar considerablemente de acuerdo con el lugar del mundo donde viva, los beneficios a los que tenga acceso y el tipo de servicio que ofrezca.

Por ejemplo, en Estados Unidos:

• Algunas compañías de seguros médicos ahora cubren sesiones de terapia en línea, aunque es posible que necesite una referencia de su médico de atención primaria.
• Según sus ingresos, puede obtener terapia en línea a bajo costo a través de una clínica comunitaria o un centro de salud calificado federalmente (FQHC, por sus siglas en inglés).
• Por lo general, las facultades y universidades ofrecen servicios de orientación, en línea o presenciales, a través de su departamento de psicología o de un trabajador social del campus.
• Algunas empresas grandes ofrecen programas de asistencia al empleado que pueden incluir pruebas de terapia en línea gratuitas u otros tipos de apoyo.

Independientemente del país en el que viva, también tiene la opción de pagar terapia en línea de forma privada. Muchos servicios de terceros ofrecen suscripciones mensuales o anuales para reducir el costo, o paquetes que le permiten comprar varias sesiones con descuento. Algunos servicios de terapia en línea incluso ofrecen pruebas gratuitas para que haga la prueba de interactuar con un terapeuta y valorar si es adecuado para usted. Otros ofrecen tarifas reducidas o son gratuitos al conectarle con voluntarios capacitados en lugar de terapeutas profesionales.

Cualquiera de estos métodos puede ayudar a reducir el costo de la terapia en línea y hacerla tan asequible como conveniente.