Ansiedad en niños y adolescentes
Una guía para padres sobre cómo controlar los síntomas
¿Los pensamientos obsesivos y las conductas compulsivas interfieren con su vida diaria? Explore los síntomas, el tratamiento y la autoayuda para el TOC.
De vez en cuando, es normal regresar y revisar que la plancha esté desconectada, preocuparse por los gérmenes o incluso tener un pensamiento ocasional desagradable y violento. Pero si sufre del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), los pensamientos obsesivos y las conductas compulsivas se vuelven tan demandantes que interfieren con su vida diaria.
El TOC se caracteriza por tener pensamientos incontrolables no deseados y conductas ritualizadas y repetitivas que se siente obligado a realizar. Si tiene TOC, probablemente reconozca que sus pensamientos obsesivos y sus conductas compulsivas son irracionales, pero aun así, se siente incapaz de resistirlas.
Como la aguja de un tocadiscos que se queda atorada en un disco de vinilo viejo, el TOC provoca que el cerebro se quede atorado en un pensamiento o deseo en particular. Por ejemplo, puede revisar la estufa 20 veces para asegurarse de que realmente esté apagada porque le aterra quemar su casa o lavarse las manos obsesivamente por miedo a los gérmenes. Si bien estas conductas repetitivas no le producen placer, sí pueden ofrecerle un alivio temporal para la ansiedad que se genera por los pensamientos obsesivos.
Le sugerimos evitar situaciones que desencadenen o empeoren sus síntomas y no automedicarse con alcohol ni drogas. Aunque puede parecer que no es posible huir de sus obsesiones y compulsiones, hay muchas cosas que puede hacer para liberarse de los pensamientos no deseados y los impulsos irracionales, y recuperar el control de sus acciones y pensamientos.
Históricamente, el TOC fue categorizado como un trastorno de ansiedad en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM, por sus siglas en inglés). Sin embargo, en la quinta edición, el DSM retiró el TOC de la sección «Trastornos de ansiedad» y creó una nueva sección llamada «Conductas obsesivo-compulsivas y afecciones relacionadas».
El cambio se hizo después de que los investigadores notaron diferencias importantes entre el TOC y los trastornos de ansiedad. Por ejemplo, con el TOC, usted responde a los pensamientos no deseados con rituales repetitivos y poco útiles. Puede estar consciente o no de que sus pensamientos y compulsiones, como lavarse las manos excesivamente, son irracionales. Con la ansiedad, en cambio, es más probable que piense en problemas reales, como el miedo a que se burlen de usted o a que le juzguen. Puede responder evitando la fuente de su miedo, pero no usa rituales extraños para calmar su angustia.
Algunas intervenciones para el TOC y los trastornos de ansiedad también pueden diferir. Para lidiar con un trastorno de ansiedad, es posible que necesite practicar afrontar sus miedos gradualmente, mientras que, con el TOC, también es importante atender el comportamiento compulsivo.
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Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más informaciónLas obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos involuntarios que ocurren una y otra vez en su cabeza. No desea tener estas ideas, pero no puede evitarlas. Desafortunadamente, estos pensamientos obsesivos generalmente son perturbadores y distractores.
Las compulsiones son conductas o rituales que se siente impulsado a repetir una y otra vez. Generalmente, las compulsiones se realizan en un intento de hacer desaparecer las obsesiones. Por ejemplo, si le da miedo la contaminación, podría desarrollar rituales de limpieza complejos. Sin embargo, el alivio nunca dura. De hecho, los pensamientos obsesivos usualmente regresan con más fuerza. Y las conductas y los rituales compulsivos terminan provocando ansiedad por sí mismos a medida que se vuelven más demandantes y toman más tiempo. Este es el círculo vicioso del TOC.
El trastorno de acumulación se consideraba un tipo de TOC. Aunque se calcula que hasta el 25 % de las personas con TOC tiene problemas de acumulación compulsiva, también puede ser un indicio de una afección distinta, el trastorno de acumulación compulsiva.
Los acumuladores temen que algo malo sucederá si tiran cualquier cosa, por lo que acumulan objetos que no necesitan o usan. Sin embargo, existen diferencias entre la acumulación por TOC y el trastorno de acumulación compulsiva.
Los acumuladores por TOC no tienden a acumular tantos objetos como para que sus casas se vuelvan inmanejables. Para ellos, la acumulación es generalmente algo indeseable y angustiante, una forma de lidiar con los pensamientos invasivos.
En cambio, una persona con trastorno de acumulación experimenta emociones positivas y negativas. Adquirir posesiones les da placer en lugar de solo satisfacer una compulsión y estar rodeados de sus cosas les trae consuelo. En el trastorno de acumulación compulsiva, la angustia se deriva más de las consecuencias de acumular, el desorden y el ambiente inseguro, y la ansiedad de tener que deshacerse de algunas cosas.
Lea: Trastorno de acumulación compulsiva: Ayuda para acumuladores.
Tener pensamientos o conductas compulsivos NO significa que tenga un trastorno obsesivo-compulsivo. Con el TOC estos pensamientos y conductas provocan muchísima angustia, toman mucho tiempo (al menos una hora al día) e interfieren con su vida diaria y relaciones.
La mayoría de las personas con trastorno obsesivo-compulsivo tienen obsesiones y compulsiones, pero algunas personas experimentan solo una u otra.
Aunque el inicio del trastorno obsesivo-compulsivo usualmente ocurre durante la adolescencia o la adultez temprana, los niños más jóvenes a veces presentan síntomas que se parecen a los del TOC. Sin embargo, los síntomas de otros trastornos, como el TDAH, el autismo y el síndrome de Tourette, pueden parecerse a los del trastorno obsesivo-compulsivo, así que es esencial hacer un examen médico y psicológico completo antes de dar algún diagnóstico.
El desarrollo repentino de síntomas intensos del TOC puede ser una señal de síndrome neuropsiquiátrico pediátrico de inicio agudo (PANS, por sus siglas en inglés) o de trastorno neuropsiquiátrico autoinmune pediátrico asociado con infecciones por estreptococo (PANDAS, por sus siglas en inglés).
Lea: PANS y PANDAS: TOC de inicio agudo en niños.
El primer paso para manejar los síntomas del TOC es reconocer los desencadenantes, los pensamientos o situaciones que provocan sus obsesiones y compulsiones. Haga una lista de los desencadenantes que tiene cada día y las obsesiones que le provocan. Califique la intensidad del miedo o la ansiedad que experimentó en cada situación y luego identifique las compulsiones o estrategias mentales que utilizó para calmar su ansiedad. Por ejemplo, si tiene miedo a contaminarse con gérmenes, tocar un barandal en el centro comercial podría generarle una intensidad del miedo de 3, mientras que tocar el piso del baño en el centro comercial podría generarle 10 y requerir lavarse las manos durante 15 minutos para calmar su ansiedad.
Llevar un registro de sus desencadenantes puede ayudarle a anticipar sus impulsos. Y al anticipar sus impulsos compulsivos antes de que surjan, puede ayudar a calmarlos. Por ejemplo, si su conducta compulsiva implica revisar que las puertas y ventanas estén cerradas o los electrodomésticos estén apagados, intente cerrar la puerta o apagar los aparatos con mucha atención la primera vez.
Identificar y registrar sus desencadenantes también proporciona una herramienta importante para aprender a resistir las compulsiones del TOC.
Evitar las situaciones que desencadenan sus pensamientos obsesivos podría parecer una buena idea, pero mientras más las evita, más aterradoras se vuelven. Por otro lado, al exponerse repetidamente a sus desencadenantes del TOC, usted puede aprender a resistir el impulso de completar sus rituales compulsivos. A esto se le conoce como exposición y prevención de respuesta (EPR o ERP, por sus siglas en inglés) y es un pilar de la terapia profesional para el TOC.
La EPR requiere que se exponga repetidamente a la fuente de su obsesión y que, posteriormente, se abstenga de la conducta compulsiva que usualmente realiza para reducir su ansiedad. Si se lava las manos compulsivamente, por ejemplo, podría tocar la manija de la puerta de un baño público y no permitirse lavarse las manos. Al convivir con la ansiedad, el impulso de lavarse las manos empezará a irse solo gradualmente. De esta manera, comprenderá que no necesita el ritual para deshacerse de su ansiedad y que tiene algo de control sobre sus pensamientos obsesivos y conducta compulsiva.
Enfrentar directamente sus miedos más grandes podría ser demasiado extremo, por lo que los ejercicios de EPR empiezan por confrontar miedos menores para subir paulatinamente por la “escalera del miedo”. Confronte las situaciones que le generan un miedo de baja intensidad y, una vez que sea capaz de tolerar la ansiedad, puede pasar al siguiente y más difícil reto de exposición.
Piense en su objetivo final (poder usar un baño público sin miedo a contaminarse, por ejemplo, o manejar al trabajo sin detenerse para ver si ha chocado con algo) e identifique los pasos necesarios para alcanzarlo. Use la información que registró al identificar sus desencadenantes para hacer una lista de situaciones desde la que le causa menos miedo hasta la que le causa más. El primer paso debe provocarle un poco de ansiedad, pero no tanto miedo que resulte demasiado intimidante para intentarlo.
El siguiente es un ejemplo de una escalera del miedo:
Objetivo: manejar al trabajo sin detenerse a verificar si ha chocado con algo | |
Intensidad del miedo | Situación |
10 | Manejar al trabajo sin detenerse a verificar si ha chocado con algo |
8 | No llamarle a su pareja para comprobar que llegó bien al trabajo |
6 | Salir de casa, cerrar la puerta de la entrada y alejarse sin revisarla |
4 | Apagar la estufa y salir de la cocina sin revisarla |
2 | Guardar leche en el refrigerador sin revisar que la tapa esté bien cerrada |
Vaya subiendo por la escalera. Comience por el primer escalón y no siga hasta que empiece a sentir mayor comodidad al hacerlo. Si es posible, permanezca en la situación el tiempo suficiente para que su ansiedad disminuya. Cuanto más tiempo se exponga a su desencadenante del TOC, más se acostumbrará y menos ansiedad sentirá la próxima vez que lo enfrente. Cuando haya trabajado un mismo escalón en varias ocasiones distintas sin sentir demasiada ansiedad, podrá pasar al siguiente. Si un escalón es muy difícil, divídalo en escalones más pequeños o vaya más despacio.
Mientras resiste sus compulsiones, enfóquese en los sentimientos de ansiedad. En lugar de intentar distraerse, permítase sentir la ansiedad mientras resiste el impulso de realizar su conducta compulsiva. Es posible que piense que la incomodidad que siente seguirá hasta que ceda ante la compulsión. No obstante, si se mantiene firme, la ansiedad desaparecerá. Y se dará cuenta de que no va a “perder el control” o tener alguna clase de crisis si no realiza el ritual.
Practique. Cuanto más practique, más rápido progresará. Pero no se precipite. Vaya a un ritmo que pueda seguir sin sentirse abrumado. Y recuerde: se sentirá incómodo y ansioso al enfrentarse a sus miedos, pero los sentimientos son temporales. Cada vez que se exponga a su desencadenante, su ansiedad disminuirá y empezará a darse cuenta de que tiene más control (y menos miedo) de lo que se imaginaba.
Todos tenemos pensamientos perturbadores o preocupaciones de vez en cuando. Sin embargo, el trastorno obsesivo-compulsivo provoca que el cerebro se estanque en un pensamiento ansioso específico, lo que ocasiona que este se repita una y otra vez en su cabeza. Mientras más desagradable o angustiante sea el pensamiento, más probable es que lo intente reprimir. Pero reprimir los pensamientos es casi imposible e intentarlo generalmente tiene el efecto contrario, lo que provoca que el pensamiento desagradable emerja más frecuentemente y se vuelva más molesto.
Al igual que con las compulsiones, usted puede superar los pensamientos perturbadores y obsesivos aprendiendo a tolerarlos por medio de la exposición y ejercicios de exposición y prevención de respuesta. También es importante que se repita a usted mismo que tener un pensamiento desagradable no quiere decir que sea una mala persona. Sus pensamientos son solo pensamientos. Incluso los pensamientos no deseados, invasivos o violentos son normales, es la importancia que les da lo que los vuelve obsesiones perjudiciales.
Las siguientes estrategias le pueden ayudar a ver sus pensamientos por lo que son y a recuperar la sensación de control sobre su mente ansiosa.
Tenga siempre a la mano una libreta y un lápiz o su celular. Cuando empiece a obsesionarse, escriba todos sus pensamientos o compulsiones.
En lugar de intentar reprimir las obsesiones o compulsiones, hágase el hábito de reagendarlas.
Utilice su periodo de preocupación para cuestionar sus pensamientos negativos o invasivos preguntándose lo siguiente:
Enfóquese en un pensamiento u obsesión específica y grábelo con una grabadora o un celular.
El TOC puede empeorar cuando se siente impotente y solo, por lo que es importante construir un sistema de apoyo sólido. Mientras más conectado esté a otras personas, menos vulnerable se sentirá. El simple hecho de hablar con una persona comprensiva sobre sus preocupaciones e impulsos puede hacer que parezcan menos intimidantes.
Manténgase conectado con familiares y amigos. Las obsesiones y compulsiones pueden consumir su vida al punto de aislarlo socialmente. A su vez, el aislamiento social empeorará sus síntomas del TOC. Es importante invertir en la relación con familiares y amigos. Hablar con una persona cara a cara sobre sus preocupaciones e impulsos puede hacer que estos se sientan menos reales e intimidantes.
Únase a un grupo de apoyo para el TOC. No está solo en su lucha contra el TOC y participar en un grupo de apoyo puede ser un recordatorio efectivo de eso. Los grupos de apoyo para el TOC le permiten tanto compartir sus propias experiencias como aprender de otras personas que lidian con los mismos problemas.
Si bien el estrés no provoca TOC, puede desencadenar los síntomas o empeorarlos. El ejercicio físico y conectar con otra persona cara a cara son dos maneras muy efectivas de calmar su sistema nervioso. También puede hacer lo siguiente:
Tranquilícese a usted mismo y alivie los síntomas de la ansiedad rápidamente usando uno o más de sus sentidos físicos: la vista, el olfato, el oído, el tacto y el gusto, o por medio del movimiento. Puede intentar escuchar su canción favorita, ver una foto muy preciada, saborear una taza de té o acariciar una mascota.
Practique técnicas de relajación. La meditación consciente, el yoga, la respiración profunda y otras técnicas de relajación pueden ayudarle a reducir el estrés y la tensión de manera general, y a controlar sus impulsos. Para mejores resultados, intente practicar una técnica de relajación de forma regular.
Llevar un estilo de vida saludable y equilibrado es fundamental para aliviar la ansiedad y mantener bajo control las compulsiones, los miedos y las preocupaciones del TOC
Haga ejercicio con regularidad. El ejercicio es un tratamiento natural y efectivo contra la ansiedad que ayuda a controlar los síntomas del TOC al enfocar su mente en otra cosa cuando surgen los pensamientos obsesivos y las compulsiones. Para beneficiarse al máximo, intente hacer al menos 30 minutos o más de ejercicio aeróbico casi todos los días. Dividirlo en periodos de diez minutos varias veces al día puede ser tan efectivo como una sola sesión más larga, especialmente si presta atención consciente al proceso del movimiento.
Duerma lo suficiente. La ansiedad y la preocupación no solo pueden provocar insomnio, sino que la falta de sueño también puede exacerbar los pensamientos y sentimientos de ansiedad. Cuando está bien descansado, es mucho más fácil mantener su equilibrio emocional, un factor clave para sobrellevar los trastornos de ansiedad como el TOC.
Evite el alcohol y la nicotina. El alcohol reduce temporalmente la ansiedad y la preocupación, pero provoca síntomas de ansiedad cuando su efecto desaparece. De manera similar, aunque puede parecer que los cigarros lo tranquilizan, la nicotina es en realidad un potente estimulante. Fumar provoca niveles de ansiedad más altos, no más bajos, y síntomas de TOC.
La terapia cognitiva-conductual es el tratamiento más efectivo para el trastorno obsesivo-compulsivo y generalmente tiene dos componentes:
Además de la terapia cognitiva-conductual, los siguientes tratamientos también se usan para el TOC:
Medicamentos. Los antidepresivos se usan algunas veces junto con la terapia para tratar el trastorno obsesivo-compulsivo. Sin embargo, los medicamentos por sí solos rara vez son efectivos para aliviar los síntomas.
Terapia familiar. Debido a que el TOC generalmente causa problemas en la vida familiar y social, la terapia familiar puede ayudarle a promover la comprensión del trastorno y a reducir los conflictos familiares. También puede motivar a los miembros de la familia y enseñarles cómo ayudar a su ser querido que tiene TOC.
Terapia de grupo. Por medio de la interacción con otras personas que sufren de TOC, la terapia de grupo brinda apoyo y reduce la sensación de estar aislado.
En algunas personas, los síntomas del TOC, como la limpieza o la acumulación compulsivas, son formas de sobrellevar el trauma. Si su TOC es postraumático, los enfoques cognitivos podrían no ser muy efectivos hasta que el trauma subyacente se resuelva.
La forma en la que reacciona a los síntomas de su ser querido con TOC puede tener un gran impacto en su actitud y recuperación. Los comentarios negativos o las críticas pueden empeorar el TOC, mientras que un ambiente calmado y comprensivo puede ayudar a mejorar el resultado del tratamiento.
Evite hacer críticas personales. Recuerde, las conductas del TOC de su ser querido son síntomas, no defectos de su persona.
No regañe a alguien con TOC ni le diga que deje de hacer sus rituales. No pueden obedecerle y la presión de parar solo empeorará el comportamiento.
Sea tan amable y paciente como pueda. Cada persona necesita superar los problemas a su propio ritmo. Reconozca cualquier intento exitoso de resistir el TOC y enfoque su atención en los aspectos positivos de la vida de la persona.
No forme parte de los rituales de su ser querido. Formar parte de las “reglas” del TOC de su ser querido o ayudarle con sus compulsiones o rituales solo reforzará la conducta. Apoye a la persona, no a sus compulsiones.
Mantenga una comunicación positiva y clara. La comunicación es importante para que pueda encontrar un balance entre apoyar a su ser querido y hacerles frente a los síntomas del TOC sin angustiarle.
Encuentre humor en la situación. Reírse juntos de lo graciosos y absurdos que son algunos de los síntomas del TOC puede ayudar a su ser querido a desapegarse del trastorno. Solo asegúrese de que su ser querido se sienta respetado e incluido en la broma.
No permita que el TOC eclipse la vida familiar. Siéntese con la familia y decidan cómo van a trabajar juntos para hacerles frente a los síntomas de su ser querido. Intente llevar la vida en familia lo más normal posible y que la casa sea un ambiente poco estresante.
Llame a la línea de ayuda de NAMI al 1-800-950-6264. O Encuentre un terapeuta.
Llame a Anxiety UK al 03444 775 774.
Encuentre servicios en Anxiety Canada.
Llame al Centro de ayuda de SANE al 1800 18 7263.
Llame a la Fundación Vandrevala al 1860 2662 345 o al 1800 2333 330.
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