Depresión en adultos mayores: señales, síntomas y tratamiento
La depresión nos puede pasar a cualquiera a medida que envejecemos, pero hay maneras de mejorar cómo se siente y hacer que sus años de vejez sean saludables y felices.
La depresión nos puede pasar a cualquiera a medida que envejecemos, pero hay maneras de mejorar cómo se siente y hacer que sus años de vejez sean saludables y felices.
¿Ha perdido el interés en las actividades que solía disfrutar? ¿Lucha con sentimientos de impotencia y desesperanza? ¿Le resulta cada vez más difícil sobrellevar el día? Si es así, no está solo. La depresión puede ocurrirle a cualquiera de nosotros a medida que envejecemos, independientemente de nuestros antecedentes o logros. Y los síntomas de la depresión en ancianos pueden afectar todos los aspectos de su vida, repercutiendo en su energía, apetito, sueño, interés en el trabajo, los pasatiempos y las relaciones.
Desafortunadamente, demasiados adultos mayores deprimidos no reconocen los síntomas de la depresión o no toman las medidas necesarias para obtener la ayuda que necesitan. Hay muchas razones por las que la depresión en ancianos se pasa por alto con tanta frecuencia:
Es importante darse cuenta de que la depresión no es una parte inevitable del envejecimiento, ni es un signo de debilidad o un defecto de carácter. Le puede pasar a cualquiera, a cualquier edad, sin importar sus antecedentes o sus logros anteriores en la vida. Aunque los cambios que se producen en la vida a medida que se envejece, como la jubilación, la muerte de seres queridos o el deterioro de la salud, a veces pueden desencadenar la depresión, no tienen por qué abatirle. Sin importar cuáles sean los retos a los que se enfrente a medida que envejece, hay medidas que puede tomar para volver a sentirse feliz y esperanzado y disfrutar de sus años dorados.
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Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más informaciónReconocer la depresión en los ancianos empieza por conocer las señales y los síntomas. Las señales de alerta de la depresión incluyen:
Si bien la depresión y la tristeza pueden parecer ir de la mano, muchas personas mayores deprimidas afirman no sentirse tristes en absoluto. Pueden quejarse, en cambio, de escasa motivación, falta de energía o problemas físicos. De hecho, las molestias físicas, como el dolor de artritis o el empeoramiento de los dolores de cabeza, suelen ser el síntoma predominante de la depresión en los ancianos.
A medida que envejecemos, experimentamos muchas pérdidas. La pérdida es dolorosa, ya sea la pérdida de la independencia, la movilidad, la salud, su carrera de muchos años o un ser querido. El duelo por estas pérdidas es normal y saludable, incluso si los sentimientos de tristeza duran mucho tiempo.
Distinguir entre el duelo y la depresión clínica no siempre es fácil, ya que comparten muchos síntomas. Sin embargo, hay maneras de notar la diferencia.
A medida que envejecemos, a menudo nos enfrentamos a cambios significativos en la vida que pueden aumentar el riesgo de depresión. Estos pueden incluir:
Problemas de salud. La enfermedad y la discapacidad, el dolor crónico o grave, el deterioro cognitivo, el daño a su imagen corporal debido a una cirugía o afección pueden contribuir a la depresión.
Soledad y aislamiento. Factores como vivir solo, un círculo social cada vez más reducido debido a muertes o mudanzas, disminución de la movilidad debido a una enfermedad o la pérdida de los privilegios de conducir pueden desencadenar una depresión.
Reducción del sentido del propósito. La jubilación puede traer consigo una pérdida de identidad, estatus, seguridad en sí mismo y seguridad financiera y aumentar el riesgo de depresión. Las limitaciones físicas en las actividades que solía disfrutar también pueden afectar su sentido del propósito.
[Lea: Adaptación a la jubilación: cómo manejar el estrés y la ansiedad]
Miedos. Estos incluyen miedo a la muerte o agonía, así como ansiedad por problemas financieros, problemas de salud o abuso o abandono.
Pérdidas recientes. La muerte de amigos, familiares y mascotas, o la pérdida de un cónyuge o pareja son causas comunes de depresión en los adultos mayores.
Es importante tener en cuenta que los problemas médicos pueden causar depresión en adultos mayores y ancianos, ya sea directamente o como una reacción psicológica a la enfermedad. Cualquier afección médica crónica, en particular si es dolorosa, incapacitante o potencialmente mortal, puede provocar depresión o empeorar sus síntomas de depresión.
Estos factores incluyen:
Los síntomas de la depresión también pueden ocurrir como un efecto secundario de muchos medicamentos comúnmente recetados. Usted está particularmente en riesgo si toma múltiples medicamentos. Si bien los efectos secundarios relacionados con el estado de ánimo de los medicamentos recetados pueden afectar a cualquier persona, los adultos mayores son más sensibles porque, a medida que envejecemos, nuestros cuerpos se vuelven menos eficientes para metabolizarlos y procesarlos.
Si se siente deprimido después de comenzar un nuevo medicamento, hable con su médico. Es posible que pueda reducir su dosis o cambiar a otro medicamento que no afecte su estado de ánimo.
Los medicamentos que pueden causar o empeorar la depresión incluyen:
Nunca asuma que la pérdida de agudeza mental es solo una señal normal de la vejez. Podría ser un signo de depresión o demencia, los cuales son comunes en los adultos mayores. La depresión y la demencia comparten muchos síntomas similares, incluidos problemas de memoria, habla y movimientos lentos y escasa motivación, por lo que puede ser difícil diferenciarlas.
¿Es depresión o demencia? | |
Síntomas de la depresión | Síntomas de la demencia |
El deterioro mental es relativamente rápido | El deterioro mental se produce lentamente |
Saber la hora, la fecha y el lugar en que se encuentra | Estar confundido y desorientado; perderse en lugares familiares |
Dificultad para concentrarse | Dificultad con la memoria a corto plazo |
El lenguaje y las habilidades motoras son lentos, pero normales | La escritura, el habla y las habilidades motoras están deterioradas |
Nota o le preocupan los problemas de memoria | No nota problemas de memoria o parece no importarle |
Ya sea que el deterioro cognitivo sea causado por la demencia o la depresión, es importante consultar a un médico de inmediato. Si se trata de depresión, la memoria, la concentración y la energía se recuperarán con el tratamiento. El tratamiento para la demencia también mejorará su calidad de vida. Y en algunos tipos de demencia, los síntomas pueden revertirse, detenerse o ralentizarse.
Es un mito pensar que después de cierta edad los adultos mayores no pueden aprender nuevas habilidades, probar nuevas actividades o hacer nuevos cambios en el estilo de vida. La verdad es que el cerebro humano nunca deja de cambiar, por lo que, como adulto mayor, es tan capaz como una persona joven de aprender cosas nuevas y adaptarse a nuevas ideas que pueden ayudarle a recuperarse de la depresión.
Superar la depresión implica encontrar cosas nuevas que disfrute, aprender a adaptarse al cambio, mantenerse física y socialmente activo y sentirse conectado con su comunidad y sus seres queridos.
Por supuesto, cuando está deprimido, tomar medidas y poner en práctica las medidas de autoayuda puede ser difícil. A veces, solo pensar en las cosas que debe hacer para sentirse mejor puede parecer abrumador. Pero los pequeños pasos pueden marcar una gran diferencia en cómo se siente. Dar un paseo corto, por ejemplo, es algo que puede hacer ahora mismo y puede mejorar su estado de ánimo durante las próximas dos horas. Al dar pequeños pasos día a día, los síntomas de la depresión se aliviarán y volverá a sentirse con más energía y esperanza.
Si está deprimido, es posible que no quiera hacer nada ni ver a nadie. Pero el aislamiento solo empeora la depresión. Por su cuenta, puede ser difícil mantener la perspectiva y el esfuerzo necesarios para vencer la depresión. Es por eso que el apoyo es importante, así que haga un esfuerzo por conectar con los demás y limitar el tiempo que está solo. Si no puede salir a socializar, invite a sus seres queridos a visitarlo o manténgase en contacto por teléfono o correo electrónico.
Pero recuerde: la comunicación digital no reemplaza el contacto en persona. Haga su mejor esfuerzo para ver a la gente en persona todos los días. ¡Su estado de ánimo se lo agradecerá! Y recuerde, nunca es demasiado tarde para construir nuevas amistades.
Salga al mundo. Trate de no quedarse encerrado en casa todo el día. Vaya al parque, a la peluquería, almuerce con un amigo, visite un museo o vaya a un concierto o una obra de teatro.
Ofrezca su tiempo como voluntario. Ayudar a los demás es una de las mejores formas de sentirse mejor consigo mismo y ampliar su red social.
Únase a un grupo de apoyo para la depresión. Estar con otras personas que enfrentan los mismos problemas puede ayudar a reducir su sensación de aislamiento. También puede ser inspirador saber cómo sobrellevan la depresión otras personas.
Cuide a una mascota. Una mascota puede hacerle compañía, y pasear a un perro, por ejemplo, puede ser un buen ejercicio para usted y una excelente forma de conocer gente. A los dueños de perros les encanta conversar mientras sus mascotas juegan.
Tome una clase o únase a un club para conocer a personas de ideas afines. Intente unirse a un centro para personas mayores, un club de lectura u otro grupo de personas con intereses similares.
Cree oportunidades para reír. La risa mejora el estado de ánimo, así que intercambie chistes e historias graciosas con sus seres queridos, vea una comedia o lea un libro divertido.
Para superar la depresión y evitar que regrese, es importante seguir sintiéndose comprometido y disfrutar de un propósito sólido en la vida. A medida que envejecemos, la vida cambia y puede perder cosas que antes ocupaban su tiempo y le daban sentido a la vida. La jubilación, la pérdida de amigos cercanos o seres queridos, alejarse de su red social y los cambios en su salud física, finanzas o estatus pueden afectar su estado de ánimo, seguridad y sentido de autoestima. Pero aún hay muchas formas de encontrar un nuevo sentido a la vida y seguir sintiéndose comprometido con el mundo. A veces es solo una cuestión de reformular lo que piensa de sí mismo o del proceso de envejecimiento.
Enfóquese en lo que todavía puede hacer, no en lo que solía ser capaz de hacer. ¿Quizá se siente frustrado por no poder hacer todo lo que antes podía, o al menos no al mismo nivel? ¿O tal vez las ideas negativas sobre envejecer han mermado su seguridad en sí mismo? En lugar de enfocarse en lo que hacía antes, intente enfocarse en las cosas que sí puede hacer. Verá lo mucho que aún tiene que ofrecer.
Aprenda una nueva habilidad. Elija algo que siempre haya querido aprender o que despierte su imaginación y creatividad: un instrumento musical, un idioma extranjero o un nuevo juego o deporte, por ejemplo. Aprender nuevas actividades no solo agrega significado y alegría a la vida, sino que también puede ayudar a mantener la salud de su cerebro y prevenir el deterioro mental.
Participe en su comunidad. Intente asistir a un evento local, dar clases particulares a los niños o ser voluntario para una causa que sea importante para usted. El trabajo comunitario puede ser una excelente manera de utilizar y transmitir las habilidades que perfeccionó en su carrera, sin el compromiso o el estrés de un empleo regular.
Siéntase orgulloso de su apariencia. Cuando se jubila, es fácil descuidarse un poco ahora que no tiene que estar en el trabajo todos los días. Pero esforzarse en cómo se ve cada mañana puede dar un impulso a su autoestima y mejorar su estado de ánimo.
Viaje. Una vez que esté jubilado y sus hijos se hayan ido de casa, es probable que tenga más tiempo libre para visitar los lugares a los que siempre ha querido ir. Planee unas vacaciones en un lugar nuevo o haga un viaje de fin de semana a su lugar favorito. Viajar no tiene que ser extravagante o costoso para mejorar su estado de ánimo. Disfrute de la naturaleza dando un paseo panorámico o haciendo senderismo, pescando o acampando, o pasando un día en la playa.
Escriba sus recuerdos, aprenda a pintar o inicie un nuevo oficio.
Cada quien tiene una idea diferente acerca de lo que da sentido y propósito a la vida. Lo importante es encontrar actividades que sean significativas y agradables para usted. Cuanto más alimente su espíritu, mejor se sentirá.
Cuando está deprimido, puede ser difícil encontrar la motivación para hacer cualquier cosa, y mucho menos cuidar su salud. Pero sus hábitos de salud tienen un impacto en los síntomas de la depresión. Cuanto mejor cuide su cuerpo, mejor se sentirá.
El ejercicio es un poderoso tratamiento para la depresión. De hecho, las investigaciones indican que puede ser tan eficaz como los antidepresivos. Y no tiene que sufrir con un entrenamiento riguroso para obtener los beneficios. Tome un paseo corto ahora mismo y verá que se sentirá mucho mejor. Cualquier cosa que lo levante y lo ponga en movimiento ayuda. Busque pequeñas formas de agregar más movimiento a su día: estaciónese más lejos de la tienda, suba las escaleras, haga tareas domésticas ligeras o jardinería. Todo suma.
Incluso si está enfermo, débil o discapacitado, hay muchos ejercicios seguros que puede hacer para desarrollar su fuerza y mejorar su estado de ánimo, incluso desde una silla o una silla de ruedas. Solo escuche a su cuerpo y desista si siente dolor.
Ajustar sus hábitos alimenticios como adulto mayor puede ayudarle a enfrentar los síntomas de la depresión.
Muchos adultos mayores luchan contra problemas del sueño, en particular el insomnio. Pero la falta de sueño empeora la depresión. Intente dormir entre 7 y 9 horas cada noche. Puede ayudarse a sí mismo a tener un sueño de mejor calidad si evita el alcohol y la cafeína, mantiene un horario regular de sueño y vigilia y se asegura de que su habitación esté oscura, tranquila y fresca.
La luz del sol puede ayudar a aumentar los niveles de serotonina, mejorar su estado de ánimo y sobrellevar el trastorno afectivo estacional (TAE o SAD, por sus siglas en inglés). Siempre que sea posible, salga durante el día y expóngase al sol durante al menos 15 minutos al día.
Puede ser tentador usar alcohol para enfrentar el dolor físico y emocional. Puede ayudarle a distraerse de una enfermedad, sentirse menos solo o conciliar el sueño. Pero el alcohol empeora los síntomas de depresión y ansiedad a largo plazo. También afecta la función cerebral e interactúa de manera negativa con muchos medicamentos, incluidos los antidepresivos. Y aunque beber puede ayudarle a quedarse dormido, también evita que obtenga el sueño profundo y reparador que necesita.
El tratamiento para la depresión es tan eficaz para los adultos mayores como para las personas más jóvenes. Sin embargo, dado que la depresión en los ancianos a menudo se desencadena o se ve agravada por una situación de vida difícil o un desafío, cualquier plan de tratamiento también debe abordar ese problema. Si la soledad es la raíz de su depresión, por ejemplo, los medicamentos por sí solos no van a curar el problema.
Los adultos mayores son más sensibles a los efectos secundarios de los medicamentos y vulnerables a las interacciones con otros medicamentos que toman. Los estudios también han descubierto que los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS o SSRI, por sus siglas en inglés) como el Prozac pueden provocar una rápida pérdida ósea y un mayor riesgo de fracturas y caídas. Debido a estos problemas de seguridad, los adultos mayores que toman antidepresivos deben tener una supervisión constante.
En muchos casos, la terapia o los cambios saludables en el estilo de vida, como el ejercicio, pueden ser tan efectivos como los antidepresivos para aliviar la depresión, sin los peligrosos efectos secundarios.
La terapia funciona bien en la depresión porque aborda las causas subyacentes de la depresión, en lugar de limitarse a los síntomas.
La naturaleza misma de la depresión interfiere con la capacidad de una persona para buscar ayuda, agotando la energía y la autoestima. Para las personas mayores con depresión, que fueron criadas en una época en que las enfermedades mentales eran muy estigmatizadas e incomprendidas, puede ser aún más difícil, especialmente si no creen que la depresión sea una enfermedad real, son demasiado orgullosas o se avergüenzan de pedir ayuda o temen convertirse en una carga para sus familias.
Si una persona mayor que le importa está deprimida, usted puede marcar la diferencia ofreciéndole apoyo emocional. Escuche a su ser querido con paciencia y compasión. No necesita tratar de «arreglar» la depresión de alguien; basta con que esté ahí para escucharlo. No critique los sentimientos que expresan, pero señale las realidades y ofrezca esperanza. También puede ayudar asegurándose de que su ser querido reciba un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Ayude a su ser querido a encontrar un buen médico, acompáñelo a las citas y ofrézcale apoyo moral. Consulte Cómo ayudar a una persona con depresión.
Invite a salir a su ser querido. La depresión es menos probable cuando el cuerpo y la mente de las personas permanecen activos. Sugiera actividades para hacer juntos que su ser querido solía disfrutar: caminatas, una clase de arte, ir al cine, cualquier cosa que proporcione estimulación mental o física.
Programe actividades sociales con regularidad. Los paseos en grupo, las visitas de amigos y familiares, o las salidas al centro comunitario o para personas mayores de la localidad pueden ayudar a combatir el aislamiento y la soledad. Insista amablemente si rechaza sus planes: las personas deprimidas a menudo se sienten mejor cuando están cerca de otras personas.
Planifique y prepare comidas saludables. Una mala dieta puede empeorar la depresión, así que asegúrese de que su ser querido coma bien, con muchas frutas, verduras, granos integrales y algo de proteína saludable en cada comida.
Motive a la persona a seguir adelante con el tratamiento. La depresión suele reaparecer cuando el tratamiento se interrumpe demasiado pronto, así que ayude a su ser querido a seguir con su plan de tratamiento. Si no le ayuda, busque otros medicamentos y terapias.
Esté atento a las señales de advertencia de suicidio. Busque ayuda profesional inmediata si sospecha que su ser querido está pensando en el suicidio.
Encuentre sedes/grupos de apoyo de la DBSA o llame a la Línea de ayuda de NAMI para obtener apoyo y referencias al 1-800-950-6264.
Encuentre grupos de apoyo para la depresión en persona y en línea o llame a la Mind Infoline al 0300 123 3393.
Llame al Centro de ayuda de SANE al 1800 18 7263.
Llame a la Mood Disorders Society of Canada al 519-824-5565.
Llame a la línea de ayuda de la Vandrevala Foundation (India) al 1860 2662 345 o al 1800 2333 330.
Llame a la línea de ayuda 988 Suicide and Crisis Lifeline al 988.
Llame a Samaritans UK al 116 123.
Llame a la línea de ayuda Lifeline Australia al 13 11 14.
Visite IASP o Suicide.org para encontrar una línea de ayuda cerca de usted.
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