¿Tienes pensamientos suicidas?
Cómo afrontar los pensamientos y sentimientos suicidas
Después de un intento de suicidio, las personas se enfrentan a algunas secuelas emocionales y físicas complicadas. Sin embargo, con las medidas adecuadas puede aprender a sanar y seguir viviendo su vida.
Sentimientos insoportables de dolor y desesperanza lo llevaron a intentar suicidarse. Pero sobrevivió y ahora probablemente se pregunte “¿Cómo recojo los pedazos y sigo viviendo de nuevo?”. Es posible que parezca que hay muchos asuntos que debe atender de inmediato, en relación con su familia, sus amigos y su vida laboral o escolar, pero lo más importante en este momento es enfocarse en su propio bienestar y perspectiva.
Es posible que se sienta agradecido o aliviado de que su intento de suicidio haya fracasado y que ahora vea el mundo desde una perspectiva más esperanzadora y optimista, como si se hubiera quitado un gran peso de encima. O quizá la repentina avalancha de apoyo de quienes lo rodean le ha hecho darse cuenta de lo importante que es usted para los demás.
Sin embargo, no todo el mundo deja atrás esos pesados sentimientos de desesperación. Es posible que sienta una profunda vergüenza y que no deje de pensar en que ha decepcionado a sus seres queridos. Incluso podría sentirse avergonzado debido al estigma que rodea al suicidio y querer apartarse de sus relaciones más cercanas. En algunos casos, los sentimientos de depresión o vacío que provocaron su intento de suicidio podrían perdurar o incluso empeorar.
Aunque ahora se sienta bien, es posible que tema que el dolor y el sufrimiento intolerables vuelvan de repente. Tan solo esa idea ya es suficiente para mantenerlo nervioso.
Independientemente de cómo se sienta después de un intento de suicidio, es crucial que tome medidas para sanar por completo, aceptar lo sucedido y aprender mejores formas de afrontar los momentos difíciles. Al hacerlo, podrá encontrar formas de seguir adelante y abrazar la vida de nuevo.
Estar en un ambiente de hospital puede ser especialmente estresante en estos momentos, pero es importante recibir una evaluación física y mental después un intento de suicidio. Si tiene lesiones graves, el personal del hospital puede atender sus heridas u otras complicaciones de salud. Después, es probable que hable con un profesional de la salud mental. Es posible que le hagan preguntas sobre su estado de ánimo, sus factores de estrés y sus relaciones para intentar comprender su experiencia. Al final de la evaluación, es probable que le programen una cita de seguimiento.
Antes de salir del hospital:
Después de un intento de suicidio, es común enfrentarse a intensos sentimientos de culpa y vergüenza. Puede que le preocupe que sus seres queridos hayan dejado de respetarlo o que los haya decepcionado. Es posible que incluso crea que sus relaciones nunca volverán a ser las mismas. Intente olvidar estas preocupaciones y, desde luego, no permita que lo lleven a aislarse.
Priorice la autocompasión. Parte de esto implica ser más consciente de su diálogo interno. Puede que se sorprenda a usted mismo conjeturando cosas como “Soy una carga para los demás”. Intente desafiar esos pensamientos con otros más positivos o neutrales, como “Sigo siendo importante para mis seres queridos”.
Empiece por algo pequeño. Si observa que no puede dejar atrás la vergüenza y la culpa y abrirse en sus relaciones cercanas, empiece por un grupo de apoyo. Relacionarse con desconocidos que han pasado por experiencias similares puede darle una forma cómoda de desahogarse y enseñarle nuevas habilidades de afrontamiento.
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Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más informaciónUn intento de suicidio es una experiencia traumática. Si tiene dificultades para procesar lo sucedido, estas pueden manifestarse en síntomas como el insomnio y la tensión física. Después de un intento de suicidio, algunas personas incluso experimentan síntomas de trastorno por estrés postraumático (TEPT o PTSD, por sus siglas en inglés), como continuos flashbacks.
Los siguientes pasos pueden ayudarle a hacer frente al estrés traumático:
Intente evitar darle vueltas al incidente. Relatar constantemente los detalles puede mermar su energía y dificultarle concentrarse en otras cosas. Piense en distracciones a las que pueda recurrir cuando empiece a pensar en la experiencia, como leer su libro favorito o hacer ejercicio.
Restablezca su rutina normal. Intente comer, dormir, socializar, trabajar y relajarse según su horario habitual. Vuelva a entrar en contacto con los aspectos de la vida que le gustan.
Practique la conciencia plena.Bajar el ritmo y estar presente en el momento actual puede ayudar a aliviar la ansiedad y reducir el estrés. Intente aceptar sus pensamientos y sentimientos sin juzgarlos.
Esté atento a las señales de TEPT. El TEPT es una afección en la que los síntomas de estrés traumático no desaparecen con el paso del tiempo. En cambio, su sistema nervioso parece estar “atorado” en el momento traumático, dejando su mente y su cuerpo en un estado de hipervigilancia. El TEPT puede tratarse mediante una combinación de cambios en el estilo de vida y opciones profesionales.
[Lea: Trastorno por estrés postraumático (TEPT)]
Si los pensamientos suicidas no han desaparecido o si han empeorado después de su intento de suicidio, tome estas medidas inmediatas:
Tómese un momento para distinguir entre pensamientos y acciones. Aunque puede ser que ya esté planeando otro intento de suicidio, recuérdese que no hay necesidad de actuar inmediatamente. Siente dolor y es posible que tenga la sensación de que el sufrimiento nunca se irá. Pero haga una pausa, prométase que esperará al menos un día o una semana antes de pasar a la acción y que hablará con alguien.
Hable con alguien. Llame inmediatamente a alguien en quien confíe, como un amigo íntimo o un familiar, un profesor o un consejero. Las líneas de ayuda para crisis le permiten hablar de manera anónima con una persona capacitada. Intente dejar de lado cualquier temor o vergüenza y ábrase por completo. Cuénteles por lo que está pasando y qué lo llevó a este punto.
No recurra a las drogas ni al alcohol para lidiar con sus emociones. Podría pensar que estas sustancias adormecerán su dolor, pero en realidad pueden hacerlo sentir incluso peor.
Enfóquese en hacer su ambiente más seguro. Retire los objetos potencialmente dañinos, como armas de fuego o cuchillos. Si tiene pastillas con las que podría tener una sobredosis, déselas a otra persona para que las guarde.
En EE. UU. llama a 988 Suicide & Crisis Lifeline al 988 o a IMAlive al 1-800-784-2433
En el Reino Unido e Irlanda: llame a Samaritans UK al 116 123
.En Australia: llame a Lifeline Australia al 13 11 14
.En otros países: visite IASP o Suicide.org para encontrar una línea de ayuda en su país.
Puede ser que le resulte fácil conectar con sus seres queridos, pero no siempre es así. Tal vez un amigo cercano se sienta lastimado porque usted no acudió a él con sus problemas. O tal vez sus padres estén enfadados con usted debido a sus opiniones religiosas sobre el suicidio. Si tiene hijos, puede ser que les sea difícil entender la situación. Estas son algunas estrategias que podrían ayudarle a comunicar su experiencia.
Tómese su tiempo. Todavía está procesando una experiencia complicada. No es sano guardarse todo, ábrase a los demás a su propio ritmo.
Piense en el mensaje que quiere dar. Si se siente estresado por cómo sacar el tema, tómese un tiempo para elaborar un mensaje general. ¿Qué detalles quiere compartir y cuáles quiere omitir?
A sus hijos les puede dar una versión simplificada de los hechos. Describir la depresión como un trastorno o enfermedad cerebral podría ser eficaz. Posteriormente, puede describir un intento de suicidio como una consecuencia de la enfermedad.
No adorne la explicación con afirmaciones sentenciosas como “Quería tomar una salida fácil” o abstractas como “Quería irme ‘lejos’”. Esto podría confundirlos más adelante o desinformarlos sobre el suicidio.
Dele a su hijo espacio para expresar cómo se siente y hacer preguntas. Escuche lo que le dice y responda a sus preguntas de la forma más honesta y precisa que pueda. Asegúrele que no tiene la culpa.
Espere reacciones diferentes. Algunas personas pueden sorprenderse y no saber qué decir. Otras pueden sentirse traicionadas, culparse a ellas mismas o sentir la necesidad de ser demasiado comprensivas. Si las personas reaccionan negativamente, deles espacio y apóyese en las que son más comprensivas.
Dígale a la gente lo que necesita. Si un ser querido quiere apoyarlo aún más, hágale saber algunas medidas concretas que puede tomar. Quizá simplemente quiera a alguien que lo escuche sin dar consejos o alguien que hable de temas menos graves.
Puede ser que decida pronto que no necesita explicar el incidente a las personas del trabajo. Es una decisión que le permite separar su vida personal de su vida laboral.
Sin embargo, si tiene una relación cercana con sus compañeros de trabajo, quizá quiera contarles. O tal vez piense que lo mejor es explicar su ausencia a los supervisores o gerentes. Una explicación resumida de la situación probablemente sea suficiente.
Si habla con su supervisor o gerente, podría recibir apoyo adicional en el trabajo cuando lo necesite, como plazos más flexibles o una reducción de la carga de trabajo mientras se recupera. Si necesita cambios, tenga claro cuáles le serían más útiles.
Aunque se sienta mejor en ese momento, hay medidas que puede tomar para reducir las posibilidades de futuros intentos de suicidio. Empiece por conocer y afrontar sus propios factores de riesgo.
Muchas personas que sobreviven a un intento de suicidio no vuelven a intentarlo después. Sin embargo, los estudios muestran que ciertas personas tienen más riesgo de volver a intentar suicidarse, entre ellas las personas que:
Si está luchando contra problemas de salud mental persistentes, es crucial encontrar tratamiento. Tal vez sienta que no puede escapar de las profundidades de su depresión o liberarse de los sentimientos de ansiedad. Quizá le sea difícil sobrellevar el dolor por la pérdida de un ser querido. Puede ser que esté atrapado en un ciclo de abuso de sustancias o adicción al juego. Si padece un trastorno como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, puede sentir que está destinado a soportar las dificultades solo.
Tenga presente que todos estos problemas son manejables con la ayuda adecuada. Una combinación de medidas de autoayuda y tratamiento profesional puede cambiar su vida y dirigirlo en la dirección correcta.
Es posible que note que sus pensamientos suicidas parecen venir en oleadas. A veces puede sentir que tiene el control. Otras veces, se siente como si estuviera atrapado en una espiral sin salida de diálogo interno negativo y desesperación. Es posible que ciertos estados mentales y factores externos estén propiciando el cambio en sus patrones de pensamiento. Acostúmbrese a identificar sus desencadenantes, así estará mejor preparado para manejar los pensamientos que los acompañan.
Algunos desencadenantes comunes incluyen:
Sentir que no tiene ningún propósito ni dirección puede hacer que cuestione su valor. Por otro lado, las investigaciones indican que encontrar un sentido a la vida o incluso simplemente buscar un sentido puede reducir el riesgo de conductas suicidas. Encontrar razones para vivir puede parecer una gran tarea, pero no tiene por qué ser tan complicado.
Comparta su historia. Aunque haya sido una experiencia dolorosa, otros pueden aprender de su vivencia. Considere la posibilidad de escribir sobre las lecciones que ha aprendido o de hablar sobre la importancia de los servicios de salud mental. Ofrézcase como voluntario para trabajar en líneas de ayuda para crisis, grupos de apoyo u otras organizaciones.
[Lea: El voluntariado y sus sorprendentes beneficios].
Aduéñese de sus pasiones. Si es artista, perfeccione su oficio. Si le gusta practicar algún deporte u otra actividad física, haga de esto una prioridad en su vida nuevamente. También puede enfocarse en el crecimiento personal y ampliar sus intereses aprendiendo nuevas habilidades. De cualquier forma, estará dando sentido a su vida y abriéndose a conocer personas nuevas.
Enfóquese en los demás. Si tiene hijos o pareja, reconozca la importancia que usted tiene en sus vidas. Pase más tiempo ofreciéndoles su apoyo y amor. Esto podría implicar animar a su pareja en su intento por lograr sus objetivos o enseñar a sus hijos habilidades prácticas para la vida.
No siempre es fácil encontrar motivación para el autocuidado, especialmente justo después de una crisis. Sin embargo, encontrar tiempo para cuidar de su mente y su cuerpo puede reducir su estrés y mejorar su bienestar general. Puede que note cómo mejora su estado de ánimo y aumenta su autoestima a medida que incorpora los siguientes pasos a su rutina diaria:
Haga ejercicio con regularidad. La actividad física puede reducir las hormonas del estrés y mejorar su estado de ánimo. Intente realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana.
Duerma lo suficiente. La falta de sueño puede empeorar afecciones de salud mental como la depresión. Para mejorar su higiene del sueño, tome medidas como tener una hora para ir dormir constante, desarrollar una rutina para relajarse y asegurarse de que su dormitorio esté tranquilo y fresco.
Adopte prácticas de relajación. Considere la posibilidad de añadir meditación, ejercicios de respiración profunda o yoga a su rutina diaria. Este tipo de actividades ofrecen formas fáciles y naturales de manejar los niveles de estrés.
[Lea: Técnicas de relajación para aliviar el estrés]
Aliméntese saludablemente.Los alimentos procesados y los refrigerios azucarados pueden parecer una buena forma de mejorar rápidamente su estado de ánimo. Sin embargo, también pueden disminuir sus niveles de energía y causar problemas de salud física más adelante. Dese tiempo para priorizar una dieta más equilibrada con mucha comida fresca e integral.
Cuando surgen pensamientos suicidas, es fácil sentirse abrumado por sentimientos de impotencia. Sin embargo, tener listo un plan de seguridad contra el suicidio puede ayudarle a sentirse más preparado para manejar los pensamientos angustiantes. Un estudio de 2018 descubrió que la intervención de planeación de seguridad disminuyó el riesgo de conductas suicidas en pacientes atendidos en los departamentos de emergencias.
Un plan de seguridad eficaz podría incluir:
Guarde su plan de seguridad en un lugar donde lo pueda encontrar fácilmente cada vez que le surjan pensamientos suicidas. Por ejemplo, puede guardarlo en la aplicación para tomar notas de su teléfono inteligente.
Escuchar sobre el intento de suicidio de un ser querido puede traer una mezcla de emociones intensas e incluso sorprendentes. Puede sentirse asustado, angustiado, conmocionado o enojado. También es común querer resolver todos los problemas de su ser querido o intentar comprender por qué hizo lo que hizo. Sin embargo, es importante darse cuenta de que rara vez hay respuestas fáciles. Sin embargo, hay formas útiles en las que puede ofrecer su amor y apoyo.
No se culpe a usted mismo. Esto puede ser difícil, sobre todo si usted es su padre, cónyuge o hijo. Puede sentir que ha contribuido a su desesperación o que no le ha dado suficiente apoyo. Tenga presente que la situación no es culpa suya.
No discuta con él ni lo regañe. Evite decir cosas como “Eso que hiciste fue muy egoísta” o “¿Por qué le harías daño a tu familia de esa manera?”. Acepte que su ser querido sufría tanto que quitarse la vida parecía la única salida. Para hacerse cargo de sus propias emociones fuertes, intente llevar un diario o hablar con otra persona.
No se obsesione con el motivo que llevó a su ser querido a intentar suicidarse. En algunos casos, una combinación de factores puede haber tenido un impacto en su salud mental y haberle provocado un dolor insoportable. Es posible que la persona ni siquiera entienda por completo sus razones. Tenga en cuenta que no es su trabajo diagnosticar ni “arreglar” el problema.
Ayude a su ser querido a desarrollar y mantener hábitos saludables.Esto podría implicar animarlo a ver a un profesional de la salud mental para tratar problemas como la adicción, el TEPT o la depresión. O podría ofrecerse a acompañarlo en la adopción de medidas de autoayuda, como hacer ejercicio, meditar, elaborar un plan de seguridad o ampliar su red de apoyo social. Recuerde que no puede obligar a su ser querido a dar estos pasos. Solo puede hacer sugerencias.
Siga ofreciendo su ayuda, aunque piense que su ser querido ya está mejor. Invítelo a salir en lugar de esperar a que él lo haga. No evite las conversaciones serias. Reconozca que todo el mundo necesita apoyo y que su presencia continua puede tener un efecto espectacular en la sensación de bienestar de su ser querido.
Llame a 988 Suicide & Crisis Lifeline al 988 o a IMAlive al 1-800-784-2433.
Llame a Samaritans UK al 116 123.
Llame a la línea de ayuda Lifeline Australia al 13 11 14.
Visite IASP o Suicide.org para encontrar una línea de ayuda en su país.
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