¿Cree que su hijo puede tener TDAH? A continuación le explicamos cómo reconocer los signos y síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad en niñas y niños, y cómo obtener la ayuda que necesita.
Es normal que de vez en cuando los niños se olviden de la tarea, sueñen despiertos durante la clase, actúen sin pensar o se pongan inquietos durante la comida. Pero la falta de atención, la impulsividad y la hiperactividad también son signos del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH o ADHD, por sus siglas en inglés), a veces conocido como trastorno por déficit de atención o TDA (ADD, por sus siglas en inglés).
El TDAH es un trastorno común del neurodesarrollo que por lo general aparece en la primera infancia, normalmente antes de los siete años. El TDAH dificulta que los niños inhiban sus respuestas espontáneas, que pueden abarcar desde el movimiento hasta el habla y la atención. Todos conocemos a niños que no pueden quedarse quietos, que nunca parecen escuchar, que no siguen las instrucciones por muy claras que se les den o que sueltan comentarios inapropiados en momentos inoportunos. A veces se etiqueta a estos niños de conflictivos o se les critica por ser flojos o indisciplinados. Sin embargo, es posible que tengan TDAH.
Puede ser difícil distinguir entre TDAH y un «comportamiento infantil» normal. Si solo detecta pocos signos, o los síntomas aparecen únicamente en algunas situaciones, probablemente no sea TDAH. Por otro lado, si su hijo muestra numerosos signos y síntomas del TDAH que están presentes en todas las situaciones: en casa, la escuela y jugando, es hora de hacer un análisis más profundo.
La vida con un niño con TDAH puede ser frustrante y abrumadora, pero como padre o madre hay mucho que puede hacer para ayudar a controlar los síntomas, superar los retos diarios y aportar mayor tranquilidad a su familia.
| Mitos y realidades sobre el TDAH |
| Mito: Todos los niños con TDAH son hiperactivos. Realidad: Algunos niños con TDAH son hiperactivos, pero muchos otros con problemas de atención no lo son. Los niños con TDAH que son distraídos, pero no muy activos, pueden parecer dispersos y poco motivados. |
| Mito: Los niños con TDAH nunca pueden prestar atención. Realidad: Los niños con TDAH con frecuencia pueden concentrarse en las actividades que les gustan. Pero por mucho que lo intenten, tienen problemas para mantener la concentración cuando la tarea a realizar es aburrida o repetitiva. |
| Mito: Los niños con TDAH podrían comportarse mejor si quisieran. Realidad: Los niños con TDAH pueden hacer su mejor esfuerzo por portarse bien, pero seguir sin poder quedarse quietos, permanecer callados o prestar atención. Pueden parecer desobedientes, pero eso no significa que actúen a propósito. |
| Mito: Con el tiempo, los niños superan el TDAH. Realidad: El TDAH con frecuencia continúa en la adultez, así que no espere que su hijo deje atrás el problema. El tratamiento puede ayudar a su hijo a aprender a controlar y minimizar los síntomas. |
| Mito: Los medicamentos son la mejor opción para tratar el TDAH. Realidad: Con frecuencia, se recetan medicamentos para el trastorno por déficit de atención, pero puede que no sean la mejor opción para su hijo. El tratamiento eficaz del TDAH también incluye educación, terapia conductual, apoyo en casa y la escuela, ejercicio y nutrición adecuada. |
Muchas personas, cuando piensan en el trastorno por déficit de atención, se imaginan a un niño fuera de control en constante movimiento, acelerados y que interrumpen a todos los que le rodean. Pero la realidad es mucho más compleja. Algunos niños con TDAH son hiperactivos, mientras que otros se sientan tranquilamente con la atención totalmente distraída. Algunos se concentran demasiado en una tarea y les cuesta trabajo cambiarla por otra. Otros son solo ligeramente distraídos, pero excesivamente impulsivos.
Los signos y síntomas que presenta un niño con trastorno por déficit de atención dependen de las características que predominen.
Los niños con TDAH pueden ser:
Con frecuencia, los niños que solo presentan síntomas de falta de atención del TDAH pasan desapercibidos, ya que no son problemáticos. Sin embargo, los síntomas de falta de atención tienen consecuencias: meterse en problemas con los padres y maestros por no seguir las instrucciones, bajo rendimiento escolar o enfrentamientos con otros niños por no seguir las reglas del juego.
A. El niño hiperactivo que no para de hablar y no puede quedarse quieto.
B. La soñadora tranquila que se sienta en su escritorio y se queda mirando al espacio.
C. Ambos.
La respuesta correcta es «C».
Debido a que se espera que los niños muy pequeños se distraigan fácilmente y sean hiperactivos, los comportamientos impulsivos, como subirse a lugares peligrosos y decir insultos sin pensar, son los que con frecuencia sobresalen entre los niños de preescolar con TDAH. Sin embargo, a los cuatro o cinco años de edad la mayoría de los niños han aprendido a prestar atención a los demás, sentarse en silencio cuando se les indica y no decir todo lo que les pasa por la cabeza. Entonces, cuando los niños llegan a la edad escolar, los que tienen TDAH sobresalen en estos tres comportamientos: falta de atención, hiperactividad e impulsividad.
Las niñas tienen menos probabilidades que los niños de ser diagnosticadas y tratadas por TDAH. Algunas personas incluso creen erróneamente que este trastorno solo afecta a los varones. En realidad, los síntomas del TDAH pueden ser diferentes en las niñas, lo que hace que el trastorno sea más difícil de detectar.
Las niñas con TDAH pueden no parecer tan hiperactivas, impulsivas o disruptivas en clase como los niños. Sin embargo, es posible que luchen silenciosamente contra la ansiedad, la falta de memoria, la desorganización y la falta de concentración. Las niñas con TDAH también pueden utilizar mejores estrategias de afrontamiento para compensar sus dificultades, como esforzarse más en sus tareas escolares.
Muchas niñas no reciben un diagnóstico de TDAH formal hasta una edad más avanzada. Para entonces, es probable que hayan tenido que sufrir las consecuencias de vivir con un trastorno no reconocido ni tratado. Estas consecuencias podrían incluir problemas en la escuela y en las relaciones, así como baja autoestima o incluso depresión. Obtener un diagnóstico temprano y preciso es la mejor manera de asegurar que su hija reciba el apoyo que necesita.
No se trata de que los niños con TDAH no puedan prestar atención cuando hacen cosas que les gustan o escuchan hablar de temas que les interesan, no tienen problemas para concentrarse y seguir con la tarea. Pero cuando la tarea es repetitiva o aburrida, se desconectan rápidamente.
Mantenerse enfocado es otro problema común. Los niños con TDAH suelen saltar de una tarea a otra sin completar ninguna, o se saltan pasos necesarios en los procedimientos. Organizar sus tareas escolares y su tiempo se les dificulta más que a la mayoría de los niños. Los niños con TDAH también tienen problemas para concentrarse si suceden cosas a su alrededor; normalmente necesitan un entorno tranquilo y silencioso para poder mantenerse concentrados.
Su hijo puede:
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Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más informaciónEl signo más evidente del TDAH es la hiperactividad. Mientras muchos niños son naturalmente muy activos, los niños con síntomas de hiperactividad del trastorno por déficit de atención siempre están en movimiento. Pueden intentar hacer varias cosas a la vez, saltando de una actividad a otra. Incluso cuando los obligan a permanecer sentados, lo que puede ser muy difícil para ellos, golpetean con el pie, sacuden la pierna o tamborilean con los dedos.
Su hijo puede:
La impulsividad de los niños con TDAH puede causar problemas de autocontrol. Como se censuran a sí mismos menos que otros niños, interrumpen conversaciones, invaden el espacio de otras personas, hacen preguntas irrelevantes en clase, hacen observaciones sin tacto y preguntas demasiado personales. Las instrucciones como «ten paciencia» y «espera un poco» son el doble de difíciles de seguir para los niños con TDAH que para otros niños.
Los niños con signos y síntomas impulsivos de TDAH también tienden a ser malhumorados y a sobrerreaccionar emocionalmente. Como resultado, los demás pueden empezar a ver al niño como irrespetuoso, raro o dependientes.
Su hijo puede:
El TDAH no tiene nada que ver con la inteligencia o el talento. Además, los niños con trastorno por déficit de atención con frecuencia presentan los siguientes rasgos positivos:
Creatividad. Los niños con TDAH pueden ser maravillosamente creativos e imaginativos. El niño que sueña despierto y tiene diez pensamientos diferentes a la vez puede convertirse en un maestro en el arte de resolver problemas, una fuente de ideas o un artista ingenioso. Los niños con TDAH pueden distraerse fácilmente, pero a veces se dan cuenta de lo que otros no ven.
Flexibilidad. Como los niños con TDAH consideran muchas opciones a la vez, no se deciden pronto por una alternativa y están más abiertos a ideas diferentes.
Entusiasmo y espontaneidad. ¡Los niños con TDAH rara vez son aburridos! Les interesan muchas cosas diferentes y tienen personalidades animadas. En resumen, si no se desespera con ellos (y a veces incluso cuando así es), es muy divertido estar con ellos.
Energía e impulso. Cuando los niños con TDAH están motivados, trabajan o juegan intensamente y se esfuerzan por tener éxito. De hecho, puede ser difícil distraerlos de una tarea que les interesa, especialmente si la actividad es interactiva o práctica.
El hecho de que un niño presente síntomas de falta de atención, impulsividad o hiperactividad no significa que tenga TDAH. Ciertas afecciones médicas, trastornos psicológicos y acontecimientos de vida estresantes pueden causar síntomas parecidos a los del TDAH.
Antes de poder realizar un diagnóstico preciso de TDAH, es importante que acuda con un especialista de salud mental para explorar y descartar las siguientes posibilidades:
Dificultades de aprendizaje o problemas con la lectura, escritura, habilidades motrices o lenguaje.
Acontecimientos de vida importantes o experiencias traumáticas, como una mudanza reciente, la muerte de un ser querido, ser víctima de acoso o un divorcio.
Trastornos psicológicos como ansiedad, depresión o trastorno bipolar.
Trastornos del comportamiento como un trastorno de la conducta, el trastorno de apego reactivo y el trastorno negativista desafiante.
Afecciones médicas, como problemas de tiroides, afecciones neurológicas, epilepsia y trastorno del sueño.
Independientemente de que los síntomas de falta de atención, hiperactividad e impulsividad de su hijo se deban o no al TDAH, pueden causar muchos problemas si no se tratan. Los niños que no pueden concentrarse ni controlarse a sí mismos pueden tener dificultades en la escuela, meterse en problemas con frecuencia y les puede resultar difícil llevarse bien con los demás o hacer amigos. Estas frustraciones y dificultades pueden conducir a una baja autoestima, así como a fricciones y estrés para toda la familia.
Pero el tratamiento puede marcar una diferencia drástica en los síntomas de su hijo. Con el apoyo adecuado, su hijo puede encaminarse hacia el éxito en todos los ámbitos de la vida.
Si su hijo experimenta síntomas parecidos a los del TDAH, no espere para buscar ayuda profesional. Puede tratar los síntomas de hiperactividad, falta de atención e impulsividad de su hijo sin que se le diagnostique un trastorno por déficit de atención. Las opciones para empezar incluyen llevar a su hijo a terapia, poner en práctica una mejor dieta y un plan de ejercicio, y modificar el entorno del hogar para minimizar las distracciones.
Si le diagnostican TDAH, entonces podrá trabajar con el doctor, terapeuta y escuela de su hijo para elaborar un plan de tratamiento personalizado que satisfaga sus necesidades específicas. Un tratamiento eficaz de TDAH infantil incluye terapia conductual, educación y formación de los padres, apoyo social e intervención en la escuela. También puede recurrirse a medicamentos; sin embargo, nunca debe ser el único tratamiento del trastorno por déficit de atención.
Si su hijo es hiperactivo, distraído o impulsivo, es posible que necesite mucha energía para conseguir que escuche, termine una tarea o se quede quieto. La vigilancia constante puede ser frustrante y agotadora. A veces puede sentir que es su hijo quien manda. Pero hay medidas que puede tomar para recuperar el control de la situación y, al mismo tiempo, ayudar a su hijo a aprovechar al máximo sus capacidades.
Aunque el trastorno por déficit de atención no se debe a una mala crianza, existen estrategias de crianza eficaces que pueden contribuir en gran medida a corregir los comportamientos problemáticos. Los niños con TDAH necesitan estructura, consistencia, comunicación clara y recompensas, así como consecuencias por su comportamiento. También necesitan mucho amor, apoyo y motivación.
Hay muchas cosas que los padres pueden hacer para reducir los signos y síntomas del TDAH sin sacrificar la energía natural, la alegría y la sensación de asombro propias de cada niño.
Cuídese para poder cuidar mejor a su hijo. Coma bien, haga ejercicio, duerma lo suficiente, encuentre formas para reducir el estrés y busque apoyo directo de familiares y amigos, así como del doctor y los maestros de su hijo.
Establezca una estructura y apéguese a ella. Ayude a su hijo a mantenerse concentrado y organizado al seguir rutinas diarias, simplificar su horario y mantenerlo ocupado con actividades saludables.
Establezca expectativas claras. Establezca reglas de comportamiento sencillas y explique qué ocurrirá si se obedecen o incumplen, y siempre cumpla con la recompensa o consecuencia correspondiente.
Anímelo a que haga ejercicio y duerma.La actividad física mejora la concentración y favorece el crecimiento del cerebro. Esta es muy importante para los niños con TDAH, también mejora el sueño, que a su vez puede reducir los síntomas del TDAH.
Ayude a su hijo a comer bien. Para controlar los síntomas del TDAH, programe refrigerios o comidas saludables regulares cada tres horas y reduzca la comida chatarra y azucarada.
Enseñe a su hijo cómo hacer amigos. Ayúdele a escuchar mejor, aprender a interpretar expresiones faciales y el lenguaje corporal de las personas e interactuar sin problemas con los demás.
El TDAH, obviamente, obstaculiza el aprendizaje. No puede asimilar la información ni hacer el trabajo si está corriendo por el salón de clases o si se desconecta de lo que se supone que está leyendo o escuchando. Piense en lo que el entorno escolar exige que hagan los niños: quedarse quietos. Escuchar en silencio. Prestar atención. Seguir instrucciones. Concentrarse. Estas son precisamente las cosas que a los niños con TDAH les cuesta hacer, no porque no estén dispuestos, sino porque su cerebro no se los permite.
Pero eso no significa que los niños con TDAH no puedan tener éxito en la escuela. Hay muchas cosas que tanto los padres como los maestros pueden hacer para ayudar a los niños con TDAH a prosperar en el salón de clases. Se comienza con la evaluación de las debilidades y fortalezas de cada niño y, a continuación, con la elaboración de estrategias creativas que les ayuden a concentrarse, mantenerse trabajando y aprender al máximo de sus capacidades.
Hable con un especialista en información sobre el TDAH al 1-866-200-8098, de lunes a viernes, de 1 p. m. a 5 p. m., hora del Este, o busque en el Directorio profesional clínicas para el TDAH y otros recursos. (CHADD)
Llame a la Línea de ayuda para padres de YoungMinds al 0808 802 5544 (de lunes a viernes, de 9:30 a. m. a 4:00 p. m.) o encuentre recursos para padres de niños con TDAH.
Llame a la Línea de ayuda para padres de su área o encuentre la lista de los grupos de apoyo al TDAH en Australia.
Encuentre grupos de apoyo y otros recursos. (CADDAC)
Llame a la línea de ayuda de la Fundación Vandrevala al 1860 2662 345 o 1800 2333 330.
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