Trastorno esquizoide de la personalidad
Síntomas, causas y tratamiento
Si tiene TLP, todo le parece inestable: sus relaciones, estado de ánimo, pensamiento, comportamiento, incluso su identidad. Pero hay esperanza y esta guía sobre los síntomas, el tratamiento y la recuperación puede ayudar.
Si tiene el trastorno límite de la personalidad (TLP o BPD, por sus siglas en inglés), probablemente se sienta como en una montaña rusa, y no solo por sus emociones o relaciones inestables, sino también por el sentido vacilante de quién es. La imagen que tiene de sí mismo, sus objetivos e incluso lo que le gusta y no le gusta pueden cambiar con frecuencia de forma confusa e incierta.
Las personas con TLP tienden a ser extremadamente sensibles. Algunas lo describen como tener una terminación nerviosa expuesta. Las cosas pequeñas pueden desencadenar reacciones intensas. Y una vez alteradas, tienen problemas para calmarse. Es fácil comprender cómo esta volatilidad emocional e incapacidad para tranquilizarse a sí mismos generan caos en las relaciones y un comportamiento impulsivo, incluso imprudente.
Cuando se encuentra inmerso en emociones abrumadoras, es incapaz de pensar con claridad o mantener los pies en la tierra. Puede decir cosas hirientes o actuar de forma peligrosa o inadecuada, lo que le hace sentirse culpable o avergonzado después. Es un ciclo doloroso del que puede parecer imposible escapar. Pero no lo es. Existen tratamientos eficaces para el TLP y habilidades de afrontamiento que pueden ayudarle a sentirse mejor y a recuperar el control de sus pensamientos, sentimientos y acciones.
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Realice la evaluación HelpGuide es un apoyo para el usuario. Ganamos una comisión si se registra en los servicios de BetterHelp después de hacer clic en este sitio. Obtenga más informaciónEn el pasado, a muchos especialistas en salud mental les parecía difícil tratar el trastorno límite de la personalidad (TLP), por lo que llegaban a la conclusión de que había poco que hacer. Pero ahora sabemos que el TLP se puede tratar. De hecho, el pronóstico a largo plazo del TLP es mejor que el de la depresión y el trastorno bipolar. Sin embargo, requiere un enfoque especializado. La conclusión es que la mayoría de las personas con TLP pueden mejorar, y lo hacen, con bastante rapidez con los tratamientos y el apoyo adecuados.
[Lea: Cómo ayudar a una persona con trastorno límite de la personalidad]
La solución consiste en romper los patrones disfuncionales de pensamiento, sentimiento y comportamiento que le causan angustia. No es fácil cambiar los hábitos de toda la vida. Elegir hacer una pausa, reflexionar y después actuar de nuevas maneras le parecerá poco natural e incómodo al principio. Pero, con el tiempo, adquirirá nuevos hábitos que le ayudarán a mantener el equilibrio emocional y el control.
¿Se identifica con las siguientes afirmaciones?
Si se identifica con varias de las afirmaciones, es posible que padezca el trastorno límite de la personalidad. Por supuesto, necesita un especialista en salud mental que elabore un diagnóstico oficial, ya que el TLP puede confundirse fácilmente con otros problemas.
[Lea: Prueba del trastorno límite de la personalidad]
Pero incluso sin un diagnóstico, los consejos de autoayuda de este artículo podrían serle útiles para calmar su tormenta emocional interior y aprender a controlar los impulsos autodestructivos.
El trastorno límite de la personalidad (TLP) se manifiesta de muchas formas diferentes, pero para su diagnóstico, los especialistas en salud mental agrupan los síntomas en nueve categorías principales. Para que le diagnostiquen TLP, debe presentar al menos cinco de estos síntomas. Además, los síntomas deben de llevar un largo tiempo (normalmente comienzan en la adolescencia) e impactar muchas áreas de su vida.
El trastorno límite de la personalidad rara vez se diagnostica por sí solo. Los trastornos concurrentes comunes son:
Cuando se trata con éxito el TLP, suelen mejorar también los demás trastornos. Pero lo contrario no siempre es cierto. Por ejemplo, puede tratar con éxito los síntomas de la depresión y seguir luchando contra el TLP.
La mayoría de los especialistas en salud mental creen que el trastorno límite de la personalidad (TLP) se debe a una combinación de factores biológicos heredados o internos y factores ambientales externos, como experiencias traumáticas en la infancia.
En el cerebro de alguien con TLP suceden muchas cosas complejas y los investigadores todavía están desentrañando todo lo que implica. Pero en esencia, si tiene TLP, su cerebro está en un nivel alto de alerta. Las cosas le parecen más aterradoras y estresantes que a otras personas. El botón de lucha o huida se activa con facilidad y, una vez encendido, secuestra al cerebro racional, desencadenando instintos primitivos de supervivencia que no siempre son adecuados para la situación presente.
Puede parecer que no hay nada que hacer. Después de todo, ¿qué puede hacer si su cerebro es diferente? Pero lo cierto es que puede cambiar su cerebro. Cada vez que practica una nueva respuesta de afrontamiento o una técnica para calmarse está creando nuevas vías neuronales. Algunos tratamientos, como la meditación de atención plena, pueden incluso hacer crecer la masa cerebral. Y cuanto más practique, más fuertes y automáticas se volverán estas vías. Así que, ¡no se rinda! Con tiempo y dedicación, puede cambiar su forma de pensar, sentir y actuar.
Cuando los psicólogos hablan de «personalidad», se refieren a los patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento que nos hacen únicos a cada uno de nosotros. Nadie actúa exactamente igual todo el tiempo, pero tendemos a interactuar y relacionarnos con el mundo de formas bastante constantes. Por eso, con frecuencia, se describe a las personas como «tímidas», «extrovertidas», «meticulosas», «divertidas», etc. Son elementos de la personalidad.
Debido a que la personalidad está tan intrínsecamente conectada con la identidad, el término «trastorno de la personalidad» puede hacerle sentir que hay algo fundamentalmente malo con respecto a quién es usted. Pero un trastorno de la personalidad no es un juicio del carácter. En términos clínicos, «trastorno de la personalidad» significa que su patrón de relacionarse con el mundo es significativamente diferente de la norma. (En otras palabras, no actúa como la mayoría de la gente espera). Esto le causa problemas constantes en muchas áreas de su vida, como sus relaciones, su carrera profesional y sus sentimientos sobre sí mismo y los demás. Pero lo más importante es que ¡estos patrones pueden cambiarse!
Como alguien con TLP, probablemente haya pasado mucho tiempo luchando contra sus impulsos y emociones, por lo que la aceptación puede ser algo difícil de asimilar. Pero aceptar sus emociones no significa aprobarlas o resignarse a sufrir. Lo único que significa es que deja de intentar luchar contra lo que siente, evitarlo, reprimirlo o negarlo. Darse permiso de tener estos sentimientos puede quitarles mucho de su poder.
Intente simplemente experimentar sus sentimientos sin juzgarlos ni criticarlos. Deje ir el pasado y el futuro, y céntrese exclusivamente en el momento presente. Las técnicas de atención plena pueden ser muy eficaces en este sentido.
[Escuche: Meditación en el ojo de la tormenta]
Estimular sus sentidos es una de las formas más rápidas y sencillas de tranquilizarse. Necesitará experimentar para averiguar qué estimulación sensorial le funciona mejor. También necesitará distintas estrategias para distintos estados de ánimo. Lo que le puede ayudar cuando está enojado o agitado es muy diferente de lo que le puede ayudar cuando está aletargado o deprimido. Estas son algunas ideas para empezar:
Tacto. Si no siente lo suficiente, deje caer agua fría o caliente (pero no hirviendo) sobre las manos; sujete un cubo de hielo, o agarre un objeto o el borde de un mueble lo más fuerte que pueda. Si siente demasiado y necesita calmarse, intente meterse a la tina o bañarse con agua caliente; acurrucarse bajo las sábanas, o acariciar una mascota.
Gusto. Si se siente vacío y aletargado, intente comer mentas o caramelos de sabor fuerte o coma lentamente algo de sabor intenso, como papas fritas de sal y vinagre. Si quiere tranquilizarse, pruebe algo relajante como un té o una sopa caliente.
Olfato. Encienda una vela, huela las flores, pruebe la aromaterapia, rocíe su perfume favorito o saque algo de la cocina que huela bien. Es posible que responda mejor a los olores fuertes, como los cítricos, las especias y el incienso.
Vista. Concéntrese en una imagen que capte su atención. Puede ser algo de su entorno inmediato (una gran vista, un arreglo floral bonito, un cuadro o una foto favoritos) o algo que visualice en su imaginación.
Oído. Intente escuchar música a alto volumen, tocar un timbre o soplar un silbato cuando necesite una sacudida. Para tranquilizarse, ponga música relajante o escuche los sonidos relajantes de la naturaleza, como el viento, los pájaros o el océano. Una máquina de sonidos funciona bien si no puede oír los sonidos reales.
Es más probable que experimente emociones negativas cuando está agotado y estresado. Por eso es muy importante cuidar su bienestar físico y mental.
Para cuidarse:
Las técnicas tranquilizantes mencionadas anteriormente pueden ayudarle a relajarse cuando empieza a sentirse desestabilizado por el estrés. Pero, ¿qué puede hacer cuando se siente abrumado por sentimientos difíciles? Aquí es donde entra la impulsividad del trastorno límite de la personalidad (TLP). En el calor del momento, está tan desesperado por desahogarse que hará cualquier cosa, incluso cosas que sabe que no debería hacer, como cortarse, tener relaciones sexuales imprudentes, manejar en forma peligrosa y beber alcohol compulsivamente. Incluso puede sentir que no tiene elección.
Es importante reconocer que estos comportamientos impulsivos tienen un propósito. Son mecanismos de afrontamiento para lidiar con la angustia. Le hacen sentir mejor, aunque solo sea por un breve momento. Pero los costos a largo plazo son extremadamente elevados.
Recuperar el control de su comportamiento empieza por aprender a tolerar la angustia. Es la clave para cambiar los patrones destructivos del TLP. La capacidad de tolerar la angustia le ayudará a hacer una pausa cuando sienta el impulso de comportarse mal. En lugar de reaccionar a las emociones difíciles con comportamientos autodestructivos, aprenderá a sobrellevarlas mientras mantiene el control de la experiencia.
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El kit de herramientas le enseñará a tolerar la angustia, pero eso no es todo. También le enseñará a pasar de estar emocionalmente cerrado a experimentar plenamente sus emociones. Esto le permitirá experimentar toda la gama de emociones positivas, como la alegría, la paz y la plenitud, que también se interrumpen cuando usted intenta evitar los sentimientos negativos.
Una vez que se desencadena la respuesta de lucha o huida, no hay forma de pensar en estar calmado. En lugar de centrarse en sus pensamientos, enfóquese en lo que siente en su cuerpo. El siguiente ejercicio de aterrizaje es una forma sencilla y rápida de frenar la impulsividad, calmarse y recuperar el control. Puede marcar una gran diferencia en solo unos minutos.
Busque un lugar tranquilo y siéntese en una postura cómoda.
Concéntrese en lo que experimenta en su cuerpo. Sienta la superficie sobre la que está sentado. Sienta los pies en el suelo. Sienta las manos en su regazo.
Concéntrese en su respiración, respire lenta y profundamente. Inhale lentamente. Haga una pausa mientras cuenta hasta tres. A continuación, exhale lentamente y vuelva a hacer una pausa mientras cuenta hasta tres. Continúe así durante varios minutos.
Si sus intentos de calmarse no funcionan y empieza a sentirse abrumado por impulsos destructivos, distraerse puede ayudar. Todo lo que necesita es algo que capte su atención el tiempo suficiente para que el impulso negativo desaparezca. Cualquier cosa que atraiga su atención puede funcionar, pero la distracción es más eficaz cuando la actividad también es tranquilizadora. Además de las estrategias sensoriales mencionadas anteriormente, estas son algunas cosas que puede intentar:
Ver televisión. Elija algo que sea lo contrario de lo que está sintiendo: una comedia si se siente triste o algo relajante si está enfadado o agitado.
Haga algo que le guste y le mantenga ocupado. Podría ser cualquier cosa: jardinería, pintura, tocar un instrumento, tejer, leer un libro, jugar un videojuego o hacer un sudoku o una sopa de letras.
Dedíquese a trabajar. También puede distraerse con tareas y quehaceres: limpiar la casa, trabajar en el jardín, ir al supermercado, cepillar a su mascota o lavar la ropa sucia.
Manténgase activo. El ejercicio vigoroso es una forma saludable de liberar adrenalina y tranquilizarse. Si se siente estresado, puede probar actividades más relajantes, como el yoga o dar un paseo en la calle.
Llame a un amigo. Hablar con alguien de confianza puede ser una forma rápida y muy eficaz de distraerse, sentirse mejor y ganar algo de perspectiva.
Si tiene el trastorno límite de la personalidad, probablemente haya tenido problemas para mantener relaciones estables y satisfactorias con amantes, compañeros de trabajo y amigos. Esto se debe a que le cuesta dar un paso atrás y ver las cosas desde la perspectiva de las demás personas. Tiende a malinterpretar los pensamientos y sentimientos de los demás, confundir cómo lo ven los demás y no darse cuenta de cómo les afecta su comportamiento. No es que no le importen, pero cuando se trata de otras personas, tiene un gran punto ciego. Reconocer su punto ciego interpersonal es el primer paso. Cuando deje de culpar a los demás, podrá empezar a tomar medidas para mejorar sus relaciones y sus habilidades sociales.
Cuando está desestabilizado por el estrés y la negatividad, como ocurre con frecuencia en las personas con TLP, es fácil malinterpretar las intenciones de los demás. Si es consciente de esta tendencia, compruebe sus suposiciones. Recuerde, ¡usted no es adivino! En lugar de sacar conclusiones (normalmente negativas), considere motivaciones alternativas. Por ejemplo, digamos que su pareja fue brusca con usted por teléfono y ahora se siente inseguro y teme que haya perdido interés en usted. Antes de actuar sobre esos sentimientos:
Deténgase a considerar las distintas posibilidades. Quizá su pareja esté bajo presión en el trabajo. Quizá esté teniendo un día estresante. Quizá aún no se ha tomado su café. Hay muchas explicaciones alternativas para su comportamiento.
Pida a la persona que aclare sus intenciones. Una de las formas más sencillas de comprobar sus suposiciones es preguntar a la otra persona qué está pensando o sintiendo. Corrobore lo que quiso decir con sus palabras o acciones. En lugar de preguntar de manera acusatoria, intente un enfoque más suave: Tal vez me equivoque, pero parece que… o Quizá estoy siendo demasiado sensible, pero tengo la sensación de que….
¿Tiende a proyectar sus sentimientos negativos hacia otras personas? ¿Agrede a los demás cuando se siente mal consigo mismo? ¿Siente que los comentarios o las críticas constructivas son un ataque personal? Si es así, es posible que tenga un problema de proyección.
Para combatir la proyección, tendrá que aprender a pisar el freno, igual que hizo para frenar sus comportamientos impulsivos. Preste atención a sus emociones y las sensaciones físicas de su cuerpo. Note los signos de estrés, como aceleración del ritmo cardíaco, tensión muscular, sudoración, náuseas o mareos. Cuando se sienta así, es probable que pase al ataque y diga algo de lo que luego se arrepienta. Haga una pausa y tome unas cuantas respiraciones lentas y profundas. A continuación, hágase las siguientes tres preguntas:
Si la respuesta es afirmativa, haga una pausa en la conversación. Dígale a la otra persona que se siente sensible y que le gustaría tener tiempo para pensar antes de seguir hablando.
Por último, es importante que se responsabilice del papel que desempeña en sus relaciones. Pregúntese cómo sus acciones pueden contribuir a los problemas. ¿Cómo hacen sentir sus palabras y comportamientos a sus seres queridos? ¿Cae en la trampa de ver a la otra persona como buena o mala? Si se esfuerza por ponerse en el lugar de los demás, darles el beneficio de la duda y reducir su actitud defensiva, empezará a notar la diferencia en la calidad de sus relaciones.
Si cree que usted o un ser querido puede estar sufriendo TLP, lo mejor es buscar ayuda profesional, idealmente de alguien con experiencia en el diagnóstico y tratamiento del TLP.
El apoyo y la orientación de un terapeuta cualificado pueden marcar una gran diferencia en el tratamiento y la recuperación del TLP. La terapia puede servir como un espacio seguro en el que puede empezar a resolver sus problemas de relación y confianza, y «probar» nuevas técnicas de afrontamiento.
Un profesional experimentado estará familiarizado con las terapias para el TLP, como la terapia dialéctica conductual (TDC o DBT, por sus siglas en inglés) y la terapia centrada en esquemas. Pero aunque estas terapias han demostrado ser útiles, no siempre es necesario seguir un enfoque de tratamiento específico. Muchos expertos creen que una terapia semanal que incluya información sobre el trastorno, apoyo familiar y formación en habilidades sociales y emocionales puede tratar la mayoría de los casos de TLP.
Es importante dedicar tiempo a encontrar un terapeuta con el que se sienta seguro, alguien que parezca entenderlo y le haga sentir aceptado y comprendido. Tómese su tiempo para encontrar a la persona adecuada. Pero una vez que lo haga, comprométase con la terapia. Es posible que comience creyendo que su terapeuta va a ser su salvador, pero luego se desilusione y sienta que no tiene nada que ofrecerle. Recuerde que estas fluctuaciones de la idealización a la satanización son un síntoma del TLP. Intente mantenerse con su terapeuta y permita que la relación crezca. Y tenga en cuenta que el cambio, por su propia naturaleza, es incómodo. Si nunca se siente incómodo en terapia, probablemente no esté progresando.
Aunque muchas personas con TLP toman medicamento, lo cierto es que hay muy pocos estudios que demuestren que sea útil. Es más, en Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) no ha aprobado ningún medicamento para el tratamiento del TLP. Esto no significa que los medicamentos nunca sean útiles, sobre todo si sufre problemas concurrentes como depresión o ansiedad, pero no es una cura para el TLP en sí mismo.
Cuando se trata de TLP, la terapia es mucho más efectiva. Solo debe darle tiempo. Sin embargo, su médico puede considerar un medicamento si:
Llame a la línea de ayuda de NAMI al 1-800-950-6264.
Llame a la línea de información Mind al 0300 123 3393.
Llame a la línea de ayuda de Sane al 1800 187 263.
Encuentre su CMHA para encontrar una línea de ayuda cerca de usted.
Llame a la línea de ayuda de la Fundación Vandrevala al 1860 2662 345 o 1800 2333 330.
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